Infiel [zhanyi]

||Capítulo 4||

— Lo perdoné.

—¿Que hiciste qué? — preguntó Hao. —¿En verdad te fue infiel — cuestionó

— Si — agachó la cabeza.

—¿Y lo perdonaste así de fácil?

— Reconoció su error es lo importante ¿no? — espetó yibo queriendo salir del tema.

No quería hablar ahora de eso, no le había contado lo ocurrido a Hao para que le echara el sermón, solo quería mantenerlo informado al ser su amigo y sabiendo que se preocupa por él.

— Pero yibo al menos debiste de enfadarte un poco y nose ponerlo en abstinencia o yo que sé, algo. No dejar pasar eso tan fácilmente.

—Dejalo,¿si? — alzó fuertemente el tono de voz

—Está bien, dejémoslo por hoy pero sabes que tengo razón.— se levantó de la cama y salió de su habitación.

Había hecho bien en perdonarlo, ¿no?

El lo amaba, no podía decirle que no. No podía pensar en vivir sin él a su lado.

Solo quería creer que al menos zhan le quiere tanto como lo hace él y la única forma de hacerlo es manteniéndolo a su lado. No puedo permitir que otra persona importante se vaya y se esfume de su vida como la espuma en el mar.

No, no permitiría eso.

                                    . . .

Haoxuan fue a casa de su novio quien se encontraba con xiao zhan.

— Oye tu — llamó a xiao zhan.

— Dime, wang — se acercó a Haoxuan.

— Vete — lo cogió de su brazo y lo sacó cerrando la puerta en sus narices. Luego regresó a la sala viendo a su novio con su expresión confusa.

— Ey, ¿a que a venido eso? — preguntó levantándose del sofá dirigiéndose hacia hao.

— ¿Tú sabias lo que le hizo? — lo interrogó seriamente.

—¿A-a que te refieres, amor? — dijo con algo de temor.

— Te cuenta todo, seguramente sabes de lo que hablo — respondió con una sonrisa falsa — No te haré nada.

Jiyang tragó saliva lentamente mientras asentía en respuesta a su pregunta.

— ¿Desde cuando?

— Desde que lo hizo la primera vez.

— ¿Y eso cuando fué?... Espera, ¿cómo que la primera vez?

— Hace un mes.

—Osea que lo que yibo vió no fue la primera vez.

— P-pensé que ya lo sabían. — con nerviosismo se alejó de su novio para volver a sentarse en el sofá.

— Al parecer no sabíamos todo.

— Mierda... — susurró mientras se disculpaba mentalmente con zhan por haber dicho lo que le había prohibido.

— ¿Que has dicho?

— N-nada.

— Ah por cierto, Yang — llamó su atención con una sonrisa — te quedas un mes sin sexo.

— ¡¿Qué?!