||Capítulo 9 ||

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Yibo había pasado toda la noche llorando en silencio.

A la mañana siguiente amanecío con los ojos enrojecidos y secos.

Haikuan se había ido hace una hora a su trabajo de turnicidad y era muy temprano para que Yibo fuera al Instituto pero no podía seguir durmiendo.

Había tenido una pesadilla, reviviendo lo ocurrido la anterior noche sin parar y eso ocasionó más lágrimas en el hermoso rostro de Yibo.

No tenía ganas de ir al Instituto, se encontraba mal y no quería ver a su "novio" ahí.

Si, llamarlo cobarde pero Yibo es demasiado sensible y muy pero que muy buena persona, tanto que si lo llegase a ver ese día su corazón débil que todavia gustaba de él provocaría que el cometiera una de estas tres terribles acciones.

1-Llorar nada más verlo y salir corriendo sin importar que la gente lo mire.

2-Perdonarlo a pesar de que lo haya engañado.

3-Pedir perdón por no ser suficiente para él.

Así que decidió pasar toda la mañana en su habitación sin salir ni un momento de su cómoda cama.





Zhan llegó al Instituto lo más pronto que pudo para poder hablar a solas con Yibo, pero grata fue su sorpresa al ver que no aparecía ni siquiera cuando ya estaban por comenzar clases.

—¡Haoxuan! —llamó Zhan al verlo entrar.

Pensó que vendría con Yibo pero solo estaba acompañado de su novio.

Haoxuan le miró en manera de desaprobación.  

Zhan se preguntó si Yibo ya le contó lo ocurrido pero al escuchar lo siguiente descartó esa idea. 

—Pensé que ya lo sabias, ¿como se te ocurre dejar que Yibo se vaya a su casa en esa fría noche cuando hacia frío y encima solo? Ahora se encuentra enfermo — regañó a Zhan.

— Y-yo...

— Mejor ni hables Zhan, ya sonó la campana.— habló con el ceño fruncido— más te vale ir a verlo porque sino te corto el pene.

Zhan asintió, de todas formas ya tenía pensado ir a verlo.







El sonido de una persona llamando a la puerta retumbó por toda la casa.

Yibo se levantó secándose las lágrimas y fue a abrirla pensando que era su hermano.

Pero al ver a la persona que había detrás cerró de golpe.

—¡Yibo! ¡Abre por favor! — gritó golpeando la puerta— ¡Te lo puedo explicar!

Yibo se tapó la boca callando sus sollozos mientras lágrimas incontrolables volvían a salir de sus ojos.

Quería abrirle la puerta, abrazarlo, besarlo...

Quería perdonarlo.

Pero en el fondo sabía que no se merecía su perdón, lo único que podía hacer ahora era no hablar con él porque sino caería de nuevo ante el amor que le tenía.

Yibo sabía perfectamente que su debilidad era el amor que siente por él.

Los golpes no cesaban en ningún momento, Zhan también se encontraba de la misma manera.

Necesitaba que Yibo lo perdonara, él lo amaba.

Pero era tan idiota como para dejarse caer de nuevo ante la tentación.
Y por ello hirió a la persona que más ama en estos momentos.

Zhan dio un último golpe con su mano y apoyó su cabeza en la puerta derramando lagrimas al igual que el chico que se encontraba detrás de ésta.

—Yo no quería que esto ocurriese.



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