ℜ𝔢𝔦𝔫𝔞 𝔅𝔞𝔯𝔡𝔢𝔯𝔞 | 𝔠.𝔯.𝔬

quinto

Hoy era otro día más.

Hoy era fecha del quinto, posiblemente, el último quinto escalón de todos.

Miento si dijera que esta competencia no me trajo muy lindos recuerdos, no solo de como conocí a Mauro e Ysy, si no a otros de mis amigos, saber que ellos empezaron desde una competencia de plaza como yo.

Voy a participar por pura nostalgia, hace mucho no vengo acá, a competir, claro, pues si que vine a ver a otros chicos tirar un par de buenas rimas.

—Y pa' la próxima pelea tenemo' a cerreo, un capo recién llegado a la gran manzana— bromeo Ysy, el cual al ser un día especial, se dedico a ser el presentador.

La gente empezó a aplaudir al chico, se veían emocionados.

Por mi parte no hubo respuesta, ¿Había escuchado bien?

No, no podía ser el, ¿Que hacia Tomas acá?

—Y la próxima en dejarlo todo en la batalla, la reina, no sólo de mi corazón— volvió a hacer reír al público —Si no la reina de to' el trap, con ustedes la Reina bardera.

Sonreí al ver que la gente me aplaudía y me alentaba, la verdad eso me daba ánimos.

Pase al frente, al medio de toda la ronda, donde estaba el chico de capucha mirándome fijamente.

Creo que solo hubo una vez en la cual me sentí nerviosa de que me miraran tanto. Solo existió una persona que tenia una mirada tan penetrante en este mundo.

—Empieza mi derecha— dijo Alejo, señalando al chico —Tres, dos, uno, tempo.

El beet empezó a sonar, Tomás se tomó unos segundos para verme, me sonrió con arrogancia para luego empezar.

—Ey you, reina, no' volvemo' a encontrar, esta es tu última oportunidad pa' poderme ganar— empezó con sus rimas y ya veía a donde iba todo esto —Yo se que, estas emocionada de verme, quédate tranquila que después, probamos tu suerte.

Al decir esto último, me guiño un ojos.

Yo se que el hablaba de la primera vez que competimos el y yo, el solo se había dedicado a mirarme durante toda la competencia, me ponía nerviosa y lo sabía, por eso me termino ganando.

—Escuchame mi amigo, quédate tranquilo que yo con la' ganas no me pienso quedar, lo que es mío e' mío y no lo pienso prestar— el sonrio cuando escucho eso último —Esta competencia es mía y yo, no te pienso dejar ganar.

A diferencia de otras competencias, hoy decidí cambiar mi ritmo, por uno más lento y según yo, con más estilo.

A parecer, a la gente le gustó, recibí más aplausos que de costumbre.

—Yo se que vo', tene' gana de que te tenga en mi cama, 'cuchame reina, termina la compe y no' sacamo' la ganas.

—Yo no pienso ser otra más de tus zorras, olvídate que eso conmigo eso no funciona, si quere' tenerme a mi, va' a tener que hacer más que una simple rima, yo no te necesito pa' sacarme la calentura.

Se que nos estamos pasando de la raya.

Pero no lo veo hace años, lo extraño pero a la vez estoy enojada, se que el habrá salido con una infinidad de mujeres mientras yo no estaba.

No tenía porque enojarme, pero si me dolía, yo durante todos estos años jamás salí con nadie, no podía sacarme a Tomás de la cabeza.

—¡Bueno, bueno! 'tamos picantes— hablo Alejo una vez terminamos —Valió la pena esperar este pedazo de encuentro, pero el ganador, se lo merece completamente.

Cuando lo dijo hice una mueca, seguramente había ganado Cenfe.

—El ganador, o mejor dicho ganadora, es nuestra reina, Lola— se acercó a mí y yo sonreí —Felicidades Lo.

Termino el evento y yo agarre mis cosas para irme a la Mansion

—¿No pensas saludarme?

Me di vuelta y lo vi, sus ojos oscuros, igual de profundos que siempre, ya no tenía los pircing en el labio y se veía mucho más grande y adulto, pero aun así tenía esa chispa de cuando eramos adolescentes.

—Te gane— dije simplemente —Dije que me iba a vengar.

El sonrió y se acercó a mí, quedando frente a frente.

—¿No pensas saludar a tu querido novio?— abrió los brazos y se acercó aun más, yo lo pare con mis brazos en su pecho —¿Que pasa?

—¿Que pasa?— pregunte incrédula —No sos mi novio vos.

El alzó una ceja y me sonrió.

—¿Como que no?

—Yo me fui, no fuiste capaz de llamarme— reclame.

—Ah, ¿yo tenia que llamarte?— dijo cambiando el tono de su voz —yo tenia que llamarte, te recuerdo que yo no fui el que se mudo de provincia de un día para el otro sin decirle nada a su novio.

Bueno, tenía razón, era mi culpa.

Baje la cabeza, no quería verle la cara.

—'cuchame— puso su mano en mi mentón y lo alzó, yo lo mire —No estoy enojado, bueno, un poco si, me dolió bastante lo que hiciste, fui a tu casa al otro día para que salgamos y no había nadie, pregunte al vecino y me dijo que se habían mudado.

Podía distinguir el dolor en sus palabras, era un reclamo.

—Perdóname Tomás, era solo una pendeja tarada, no justifica nada, lo se— admiti, no podía mirarlo a los ojos.

—Dolores, mírame.

Hace años no escuchaba mi nombre salir de su boca, de hecho, jamás me había llamado así, solo me decía Lola.

—¿Por qué no me llamaste?— pregunto con el ceño fruncido.

—Yo quería— respondí inconscientemente, perdida en sus ojos —Estaba peleada con Alexander, me sacó el celular y cuando lo recuperé, vi que ya habías ganado popularidad en tu música.

—No sabes lo contenta que estaba— dije sincera —me sentía tan orgullosa de que estuvieras triunfando como tanto querías.

—Te dedique una canción— comento luego de unos segundos —Como prometí— yo asenti —Fueron más de una Lola, no podía sacarte de mi cabeza, lo único que me calmaba para no ir al aeropuerto y volar acá a Buenos Aires solo para verte, era escribirte canciones.

Tenia razón, eran varias las canciones en las cuales se hablaba de una especie de romance adolescente, al principio, no creí que eran para mí, pero la letra era demasiado igual a nuestra relación.

—Tomi— llame, sentí las lágrimas empezar a salir por mis ojos —Te extraño.

El sonrió levemente, pasó sus brazos por mi cuerpo, me sentía tan chiquita y segura con el, algo que no sentía desde que me había mudado de Neuquen.

—No quería perderte, no como perdí a mamá— segui llorando en su pecho, el acaricio mi pelo.

—Lola, nunca me perdiste, siempre estuve con vos— susurro en mi oido— y ahora que te encontré, no pienso alejarme de vos.

—No te vayas.

—No pensaba hacerlo.