˘⁠ ⁠Ꮚ Si decido quedarme a tu lado Ꮚ⁠˘ Sanzu x Takemichi (SanTake) (MiTake)

Capítulo 4

En ese momento el rubio no sabía qué decir ni mucho menos cómo debería actuar. Se había quedado completamente paralizado.

No podía simplemente llorar y echarse a correr como hizo antes.

Afuera estaba chispeando, la ropa del ojiverde lucía algo mojada al igual que su cabello.

— Disculpa —habló el pelirosa— hace rato dejaste tirados tus libros y yo solo... —miró a otro lado— solo quería devolvértelos.

Torpemente comenzó a buscarlos en su mochila.

El pelirosa lucía demasiado tímido y hasta un tanto avergonzado de tener al rubio frente a él.

Esto le traía recuerdos a Takemichi, el Haru del pasado era un hombre demasiado fuerte y seguro de sí mismo, siempre se mostraba como alguien demasiado genial delante de los demás, sin embargo, luego de empezar a salir con él rápidamente notó que bajo ese hombre inquebrantable había un chico que no dudaba en mostrarse dulce, gentil y demasiado suave con la persona de la que está enamorado.

Por mucho que fingiera no demostrarlo siempre esperaba demasiada atención y mimos de parte de Takemichi.

Aunque con el tiempo esto cambió, más precisamente cuando los padres del ojiazul fallecieron. Sanzu empezó a apartarse y ser un poco más distante de Takemichi. Al punto de que era muy difícil mantener una conversación uno con el otro.

Sacó los cuadernos que Takemichi había abandonado ésta mañana antes de huir de él.

— S-son tuyos ¿N-no? —dijo algo tímido agachando la mirada.

«¿Qué está pasando?». Se preguntó el ojiazul.

Tardó un poco en reaccionar hasta extender su mano para tomar aquellos cuadernos que sostenían las manos ligeramente temblorosas del pelirosa.

— Gracias —dijo con una medio sonrisa.

En cuanto sus dedos tocaron los cuadernos sintió una corriente recorrerle desde las puntas de los dedos hasta la cabeza.

Unas imágenes abordaron su vista, más que verlas en tercera persona, lo hacía de primer momento.

Se encontraba tirado a un lado de una carretera, sus ojos le pesaban al igual que su cuerpo, con dificultad dirigió la mirada a sus manos notando que tenía ligeros raspones en ellas seguido de eso oyó un grito de horror.

— ¡Llamen a una ambulancia!.

— ¡Atropellaron a un chico!.

Logro ver cómo las personas corrían en dirección opuesta a dónde el se encontraba.

En ese momento ambos soltaron los cuadernos dejándolos caer al suelo.

— Perdón —dijeron al mismo tiempo.

Luego de esto se miraron fijamente por algunos segundos. Definitivamente notaron algo raro en el otro, aunque no sabían qué era.

— Bueno, solo quería devolverte eso —dijo el ojiverde— ya me...

Sin darse cuenta Takemichi lo tomó del brazo, esto lo hizo sonrojar levemente.

— ¿Quieres pasar? —ofreció de repente.

Al darse cuenta de sus palabras de inmediato se sonrojó.

— Está empezando a llover más fuerte y tu ropa está algo mojada... —rascó su nuca— bueno, si no quieres está bien...

— Acepto —respondió con una sonrisa—muchas gracias.

«¡¿Qué estoy haciendo?!» se recriminó mientras lo encaminaba al baño para luego irse a la cocina a preparar té «¿Por qué rayos lo invité a pasar?»