Capítulo 3: La sombra que siempre vuelve

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          Cuando Shadow fue desterrado a aquel lugar en el que anteriormente se encontraba la dimensión oscura, su primera reacción fue la desesperación y la impotencia, posteriormente logró tranquilizarse una vez que había transcurrido cierto tiempo y para ello imaginaba escenarios hipotéticos en los que lograba escapar de su prisión y acababa con todos sus enemigos de una vez por todas, esto lo hacía mientras esperaba que la raza humana volviera a desviarse del camino y alguno de ellos contactara a la oscuridad nuevamente, reiniciando así el ciclo interminable.

          Sin embargo, ese momento parecía no llegar nunca y como en su prisión no había una manera para medir el tiempo, Shadow desconocía cuántos meses, años o incluso décadas habían transcurrido en el plano terrenal, por lo que poco a poco se fue resignando y una vez más se dio por vencido... sin embargo, al ser consciente de que no podía morir debido a esa luz que Lumiere depositó en su corazón, tomó una firme decisión, la cual era no pasar el resto de la eternidad dando lástima y con una actitud derrotista, en cambio, utilizaría todo ese tiempo para evolucionar y alcanzar nuevas fronteras ya que quizá eso era lo que necesitaba para poder hallar la manera de escapar.

          Recordó que cuando absorbió la dimensión oscura para fortalecerse, así como a todas aquellas almas en pena que se encontraban en ese lugar, adquirió también mucho conocimiento y de esa manera comprendió que existían las vidas pasadas y la reencarnación; de hecho fue gracias a ese método que Lumiere consiguió derrotarlo, ya que ella recibió la ayuda de todas esas vidas pasadas que se encontraban descansando en la dimensión espiritual, mismas que pertenecían a sus seres queridos y al resto de sus aliados.

          Shadow: Todo ese conocimiento que adquirí todavía permanece en mi interior, si bien en aquel entonces mi propósito era obtener una gran cantidad de poder, conseguí abrir puertas internas que no sabía que poseía y de ahí surgió dicho conocimiento... quizá pueda transformarlo en sabiduría y eso me ayude a salir de este lugar.

          Habiendo tomado esa decisión, Shadow vació su mente de todos aquellos pensamientos que en realidad no estaban llevándolo a ninguna parte y entró en un profundo estado de concentración... de esa manera logró recordar cuando Lumiere y él se separaron momentáneamente de sus cuerpos y el mismo universo se comunicó con ellos para hacerles saber que si continuaban con aquella batalla y alguno de esos dos elementos desaparecía por completo, entonces el equilibrio se perdería y a la larga todos morirían... cuando vivió aquella experiencia, él no le dio importancia a esas palabras ya que estaba completamente cegado y enfermo de poder, pero ahora, por primera vez estaba dándose la oportunidad de entender el verdadero significado de esa vivencia.

          Shadow: Equilibrio... si yo hubiera obtenido la victoria en aquella batalla, el universo habría desaparecido y también todas sus formas de vida, incluyéndome a mí... al menos ese fue el mensaje que nos fue transmitido a Lumiere y a mí, debió ser verdad ya que ella no acabó conmigo por temor a que eso sucediera... esa puta miserable prefirió no ejecutar su venganza porque sabía que si lo hacía, estaría condenándolos a todos, aunque no logro comprender cómo es que encontró la fortaleza para no asesinarme... yo maté a su hermana, a uno de sus mejores amigos y le causé mucho daño a ella, entonces ¿Cómo pudo contenerse y mantener la calma en todo momento? Si hubiera sido al revés, yo habría acabado con aquel que me hizo daño sin pensarlo, es más, antes de hacer eso me hubiera encargado de torturarlo y hacerlo sufrir ¡Que pagara las consecuencias! ¡Como mis padres y su asistente más cercano!

          Al recordarlos a ellos, su respiración se volvió más agitada y elevó su tono de voz, hizo conciencia de que al absorber a todas esas almas las había privado de su eterno castigo y por consiguiente, ya no estaban sufriendo, sino que ahora formaban parte de él y gracias a eso se había vuelto tan fuerte.

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