Cap 5: Escape

7 1 0
                                    

Abrí mis ojos. Mierda, ¿dónde estoy? Me duele la cabeza. Tengo un collar en el cuello que está absorbiendo poco a poco mi maná y energía vital. También parece que no puedo hacer magia. ¡Qué putada!

A mi lado está la niña a la que intenté salvar. Cuando me ve despierto, se pone a llorar y me abraza.

- Lo siento, lo siento mucho. Si no me hubiese escapado, no tendrías que haberme defendido. Por mi culpa, ahora estás aquí encerrado.

Sus orejas de lobo están bajadas mientras llora. Mierda, no puedo verla así.

(Como es obvio ninguna de las imágenes que aparecen en este libro me pertenecen)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


(Como es obvio ninguna de las imágenes que aparecen en este libro me pertenecen)

- Oye, tranquila. No es tu culpa. La culpa es de estos capullos que nos han encerrado.

- Pero...

- Nada de peros y perros. Tú no has hecho nada malo. No llores, por favor.

Ella parece calmarse un poco.

- Me llamo Phaerix, ¿y tú, cómo te llamas?

- No tengo nombre, pero sí me llaman 0134. - Me enseña una marca que lleva en el cuello, la han marcado con un código de barras como si fuera un objeto. Solo saber eso hace que me hierba la sangre.

Le pido que me cuente cómo llegó hasta aquí. Me dice que desde pequeña vivía en el bosque en su forma de lobo, pero un día unos cazadores la hicieron huir y tuvo que convertirse en humana. Pero al tener orejas y cola de lobo, la gente la miraba mal. Vivió como una vagabunda hasta que un hombre le prometió darle comida si lo acompañaba, y así es como la raptaron. Ella no tiene familia. Es una historia muy triste, la verdad. Y yo que me quejaba por tener clases de piano. Soy realmente gilipollas. Bueno, tenemos que encontrar la forma de salir de aquí. Tengo que quitarme este collar para que el pájaro detecte mi maná. Con suerte, habrá avisado a mi madre de que estoy en peligro.

De repente, la puerta de la celda se abre de golpe. Entra... mierda, es el que le di de comer un rasengan de maná. No parece muy contento, además le faltan unos dientes.

- Mira lo que tenemos aquí. Pero si es el chico valiente que nos atacó ayer. Deberías habernos entregado a la niña, habría sido lo mejor. Bueno, a mis amigos les da igual, pero yo no soporto la humillación de que un niño me dé una paliza. Ahora que estás atado, ¿no eres tan gallito, eh?

El muy cabrón empieza a darme patadas, me pisa la cabeza y me escupe. Después se acerca a la chica. Esta se arrastra para intentar escapar. Mierda. Corro hasta ella y la abrazo para protegerla con mi espalda.

- Vaya, esto no me lo esperaba. Bueno, te aviso, quita. Bien, ok.

El hombre empieza a patearme la espalda. Mierda, cómo duele. Después de un rato, se cabrea.

- Pero quita, joder.

Intenta agarrarme, pero me resisto. No pienso dejar que pegue a una pobre niña inocente. O que yo también sea un niño inocente. Técnicamente, soy más mayor que ella y mi deber es protegerla.

Isekai: Mi diario en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora