Mi Esposa Es Una Idol

Recuerdos dolorosos

Hinata se miró en el espejo varias veces, no iba a admitirlo, pero estaba nerviosa.

No era la primera vez que tenía una cita, por lo que no entendía por qué buscaba impresionar a Sasuke con su vestuario y maquillaje.

Al bajar las escaleras, ya la estaba esperando el azabache.... Y la curiosa (chismosa) de su hermana.

—Te vez hermosa, hina —dijo Hanabi.

—Gracias.

—Sasuke, mi hermana se ve muy bien hoy ¿Verdad? —continuo la menor.

—¡Hanabi! —reprendió.

El azabache poso sus ojos en hinata.

—Siempre se ha visto igual de bella —hablo sasu.

Él alagó del ojinoche hizo sonrojar a la Hyuga.

—Nos vamos.

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—creo que es más un picnic que una cita —hablo el menor, observando la vegetación.

—Pensé que sería mejor un lugar apartado, para que así no nos moleste la prensa y mis fans —dijo la Hyuga.

Hinata se sentó en la manta y Sasuke en el pasto.

El azabache acariciaba con sus manos las pequeñas flores que se encontraban a su lado, mientras sentía el leve picor y cosquilleo de la hierba en sus pies descalzos.

—Me gusta este lugar —expreso el azabache.

La ojiperla se dispuso a sacar la comida y los platos de la pequeña canasta.

Estaba muy tranquila y relajada, nada podría arruinar ese momento.

—sasuke, ¿Sarada se quedó con tus padres?.

—No, con sus abuelos maternos.

El silencio se hizo presente, no era incómodo, pero tampoco bonito.

Sasuke se permitió observar a la Hyuga mientras ella servía la comida.

Era muy hermosa, su cabello se veía tan lacio y brillante, y sus pestañas largas, el extraño color de sus ojos le llamo bastante la atención, solo los hyugas tenían ese color en sus ojos.

Mirar sus ojos era como mirar a la luna.

Un fuerte trueno le hizo apartar su mirada de hinata.

—va a llover —dijo la chica.

Y como si esas palabras tuvieran poder, una fuerte lluvia los empapó.

Ambos se levantaron de inmediato a recoger las cosas.

—¿Qué hacemos? —pregunto hinata.

Habían venido a pie hacia ese lugar.

—correr —respondió.

—¿Correr?.

—¡Si dame la mano!.

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—Abuela, papi se demora mucho.

—Vendrá pronto querida —dijo mebuki.

Sarada estaba preocupada por su papá, la tormenta no parecía querer parar.

—Quita esa cara, Sasuke va a estar bien, Sara —hablo Kizashi.

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Hinata trato de quitarse el lodo de sus piernas.

Se había caído varias veces y lo peor del caso es que Sasuke no soltó su mano, por lo que él también se calló.

Por suerte encontraron esa pequeña cueva, el ojinoche respiraba agitadamente y eso lo noto hinata, pero pensó que era por venir corriendo.

El azabache estaba muy nervioso, odiaba la lluvia, porque recordaba la escena en que le quitaron a su bebé y su novia.

El raspón en su rodilla le recordaba un poco, el disparo que le dieron en la pierna.

—Sasuke, cálmate ¿Qué pasa?.

Hinata lo tomo por los hombros haciendo que la mirase.

—Esto me recuerda el día en que se llevaron a Sakura y a mi hijo.

—¿A tu hijo?.

Las lágrimas bajaron. Por las mejillas del menor, se había acostumbrado a encerrarse en su cuarto cada vez que llovia para tratar de no recordar, pero ahora se le hacía imposible estar calmado.

—¿Quieres hablar de lo que pasó?.

Solo había hablado de lo que pasó, con la policía, pero ya no quería seguir callando.

A si que le dijo...

Flashback.

Acababan de salir del hospital, y el padre de Sakura los llevaba en su carro hacia la casa de su novia.

—Y ya pensaste en un nombre para el bebé —dijo Sasuke.

—se va a llamar Sasuke —hablo Sakura emocionada, con el pequeño bebé en sus brazos.

A kizashi le enterneció mucho la escena y estaría mirándolos si no estuviera al volante, aunque estaba un poco triste.

—“dos niños cuidando a dos niños” —pensó el mayor.

Freno abruptamente el auto, cuando un carro negro se interpuso en su camino.

Los dos bebés lloraron y los dos jóvenes se asustaron al ver que la cabeza de kizachi estaba sangrando.

Sakura bajo del auto y Sasuke copio su acción con sarada en brazos.

Tres hombres encapuchados bajaron del auto negro y uno de ellos agarro a Sakura del brazo.

—¡Ya suéltame!.

Sasuke metió a sarada en el auto, y comenzó a forcejear con la persona que agarro a Sakura, logrando alejar a la pelirosa de aquel tipo.

Los golpes no se hicieron esperar, y el menor logro quitarle la capucha al hombre y propinarle un golpe en la cara, el cabello del tipo era rojo.

Los dos encapuchados que quedaban, metieron a empujones a la pelirosa al auto y el pelirrojo le disparó al menor en la pierna.

Huyeron con Sakura y con su bebé.

Fin del flashback.

Hinata no contuvo las lágrimas y abrazo fuertemente al azabache.