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Fyodor están nervioso, Dazai podría estar en peligro sabiendo lo que Chuuya era capaz de hacer con la gente que le conviene o no.

No le importaba en absoluto el castaño, pero le interesó su cerebro, una forma de poder usarlo al igual que usó a Fyodor en  su momento.

Todos los novios que Chuuya tuvo en su vida, eran utilizados por este solo para su beneficio personal,¿por que sentir cuando puedes usar?

Una de tantas noches Fyodor miró hacia una foto que tenía con el, donde estaban el y Dazai cuando eran más pequeño, ellos solían ser mejores amigos pero el ruso cayó en la misma tentación que Dazai.

Tenía miedo que mataran a su mejor amigo de la infancia por culpa de ese maldito pelirrojo que alguna vez lo uso por beneficio.

Algo tenía que hacer oír su amigo, para que Chuuya no le haga lo mismo que le hizo a él, seducirlo y usarlo obteniendo nada a cambio más que una rompida de corazón.

Decidió algo que jamás haría por alguien más, iría de regreso para traer de regreso a Osamu, para poder salvarlo de las manos de Chuuya.

Miró la foto por última vez y salió de su casa, mandándole un mensaje a Ranpo antes de irse, claro que antes de sí quiera poder llegar al muro, el castaño le detuvo para gritarle a la cara.

- ¡Fyodor! ¡Fyodor!— llamaba el castaño, que llegaba corriendo de su casa solo para regañar al más alto—

- ¡¿que carajos Ranpo?!— se sorprendió al ver al castaño correr algo que el no solía hacer mucho—

- ¡¿que mierda estabas pensando?!— tomó la camisa del ruso y lo bajo para que este estuviera a su altura—

- ¡tengo que ir por Osamu! ¡Corre peligro!— le gritaba el ruso, a el castaño más bajo—

- ¡¿cómo estás tan seguro?!— fue la pregunta que era algo obvio de responder pero aún así respondió—

- ¡por que yo se de lo que el es capaz de hacer!— no dio muchos detalles de quien era "el"—

- ¡¿quien es "el"?!— le seguía preguntando pero solo le estaba quitándole el tiempo al ruso—

- ¡eso no importa! ¡Tengo que irme!— se alejó del castaño y comenzó q correr para que el castaño no le alcanzara—

Llegó para el muro donde separaba ambos mundos,miró hacia el hoyo que el hizo la primera vez qué pasó por debajo el muro para ver que había detrás.Gracias a que el el hoyo fue hecho para el y por el, además de su delgadez pudo pasar por facilidad.

Camino por la calles que el ya conocía, se había ganado cierto respeto por ser la pareja de Chuuya, aunque el se ganó su propio respeto al tener a su lado a Chuuya y muchos con muy buena fuerza.

Las calles estaban muy vacías como siempre solían estarlo, claro que los crimínales salían más por la noche que por el día, aunque algunos preferían atacar durante el día, era más fácil poder atacar durante la luz del día.

Era todo total silencio más que los carros pasar por la calle o los pájaros cantar lentamente por la tranquilidad y "seguro" que era esa zona durante el día.

Sentía la presencia de alguien siguiéndolo, pero trato de no ponerle muchas atención ya que sabía una sola cosa, esa persona no era Chuuya, Chuuya atacaba de frente y no por detrás ya que eso se le hacía para cobardes o débiles.

Sintió como una navaja amenazaba su cuello mientras una mano se posó en su hombro derecho y fue detenido su paso, sabiendo que era alguien que el no conocía desde antes.

- vaya,vaya, que lindo atuendo y caro que llevas, ¿cuánto cuesta?— le cuestiono el joven hacia el ruso—

- no lo se, tú no eres de aquí ¿o si?— le preguntó el ruso al joven un poco más alto que el—

Un amor aprovechado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora