Cuando Roseanne sorprende a Jennie con una visita nocturna durante su estancia con su familia en el Sur, Jennie se encuentra ante una incómoda conversación a la mañana siguiente. En un esfuerzo por evitar ser juzgada y romper los lazos familiares, l...
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Jennie se levantó de la cama, aplazando la decisión de si se arrepentiría o no de la noche anterior. Lo único que quería era ir al baño y luego ir a desayunar. Se puso la bata de seda y entró en el cuarto de baño. Se echó agua en la cara y se peinó rápidamente. Ni siquiera le importaba: sólo quería empezar el día con normalidad antes de tener que enfrentarse al problema.
Sí, claro. Normal. Demasiado para eso.
"Jennie, ¡¿qué demonios?!"
Levantó la vista de su posición en la cocina, sobresaltada. Se encontró cara a cara con su prima Irene Bae. "René, ¿qué...?"
Irene negó con la cabeza. "Jen, por favor, no me digas que te has metido entre las sábanas a una cualquiera" espetó.
Jennie se miró a sí misma, vestida con su bata, y se sonrojó, murmurando incoherencias. "No, René, no es eso. I..."
Irene exhaló un suspiro de alivio. "Entonces, ¿Qué está pasando? Si tienes alguna explicación mejor de por qué pareces una reina de Saba recién acostada, me gustaría oírla"
Jennie se quedó helada. ¿Cómo iba a salir de ésta? No podía negarlo: acababa de echar un polvo. Pero si Irene sabía que había sido fuera del matrimonio, iba a tener problemas.
La familia de Jennie era muy conservadora y valoraba el matrimonio y la vida familiar. Para ellos, una vida feliz era tener una vida limpia, estable y responsable. No había lugar para el libertinaje, tenían ciertos principios y la vida sexual fuera del matrimonio no era uno de ellos. Aunque Jennie era una mujer bisexual, aceptada y apoyada por su familia, nunca le perdonarían que desatara compromisos con hombres o mujeres sin dejar de mantener relaciones sexuales, y por eso tenía que encontrar una solución para salir de este lío, ¡y rápido!
Pero, ¿Qué tipo de mentira podría contar que la sacara de este lío? "Bueno, ella vino a verme anoche..."
"¿Y quién es ella?" Irene pregunta interesada
"Mi... mi... mi esposa" Los ojos de Jennie se abrieron de par en par cuando las palabras salieron de su boca. ¿Esposa? ¿De dónde había salido eso? ¿Cómo iba a explicarlo? Peor aún, ¿cómo iba a explicárselo a ella?
Irene se iluminó. "¿Te casaste, Jen? ¿Con quién? ¿Por qué no se lo dijiste a nadie?"
Ella tomó aire, tratando de inventar una historia rápidamente que no sonara escandalosa, cuando una nueva voz anunció otra fiesta en la habitación. "Amor, recuérdame por qué... oh, hola"
Jennie giró y chocó con Roseanne. "Rosie, yo..."
La rubia apenas le prestó atención. En cambio, le tendió la mano a Irene. "Buenos días, me llamo Roseanne pero la gente me llama Rosé. ¿Y tú eres?" Dijo con una sonrisa perfecta.
Irene cogió la mano de Roseanne, encantada. "Irene, la prima de Jennie. Encantada de conocerte por fin. I-" Se detuvo y giró la mano de la rubia, mirándola incrédula. "Oh, ¿Dónde está tu anillo de casada?"
