Cuando Roseanne sorprende a Jennie con una visita nocturna durante su estancia con su familia en el Sur, Jennie se encuentra ante una incómoda conversación a la mañana siguiente. En un esfuerzo por evitar ser juzgada y romper los lazos familiares, l...
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Incluso para ellos era un misterio cómo habían podido aguantar las siguientes veinticuatro horas con cordura. Al final de la tarde, todos estaban agotados tras un día lleno de acontecimientos. Después de cenar, se fueron directamente a sus habitaciones, se ducharon y se durmieron. El día siguiente fue un poco tranquilo hasta primera hora de la tarde.
Irene tuvo la brillante idea de organizar una especie de festival de juegos y diversión después de la cena. Sólo que no resultó exactamente como Jennie había planeado. Todo lo que hacían parecía estar relacionado con mostrar la pareja perfecta que la familia imaginaba que eran. Desde la carrera de tres piernas hasta el concurso de espaguetis, pasando por el clásico verdad o consecuencia, Jennie estaba a punto de perder la cabeza. Estaba acostumbrada a la sencillez de la familia sin amante. Ahora que "tenía" uno, parecían decididos a meter a Rosé en todos los puntos. Y, bueno, era embarazoso, por decirlo amablemente.
Mientras Jennie estaba allí sentada con su vestido de tirantes blanco cubierto de flores amarillas, suspiró ligeramente molesta, pero puso cara de felicidad cuando su otra prima, Jiwon, se sentó a su lado. "Hola, Jennie", le dijo.
Jennie tuvo que sonreír: el acento siempre le afectaba. Su consejera Jiwon vive en Canadá, así que le hacía gracia su acento. Por lo menos, podía contar con eso para reírse. En cambio, el acento de Rosé tenía el efecto contrario (la excitaba). Durante todo el día se aseguró de que la rubia no hablara demasiado cuando estaba cerca. Sabía que se le echaría encima y al final de la semana se arrepentiría.
"Hey Jiwon, ¿qué pasa?"
Su prima le dirigió una sonrisa cómplice y continuó con su atrevida pregunta. "Ahora, esta esposa tuya, Jen, ¿te trata bien?"
Jennie se quedó desconcertada ante aquella pregunta. Nunca había pensado que la familia cuestionaría algo sobre Rosé si decía que la rubia era su esposa y seguía con su brillante actuación. Ahora que Jiwon estaba cuestionando el carácter de Rosé y sus intenciones, Jennie se sintió repentina y extrañamente obligada a defender a su falsa esposa. "Rosie es buena conmigo, Jiwon. Me trata de maravilla"
La sonrisa de Jiwon no desapareció. "Entonces, ¿puedo hacerte una especie de... um... pregunta personal?"
Jennie asintió. "Adelante"
"¿Qué tan buena es en la cama?"
¿Ese sonido que Jennie acaba de oír? Su mandíbula cayendo al suelo. De todos los nervios que podía tener esta familia, no podía creer que su prima estuviera preguntando... bueno, eso.
"Hola, amor" Jennie levantó la vista y vio a Rosé preparándose para sentarse a su lado. Vio que sus labios apuntaban a los suyos y pensó en esquivarlos, pero decidió que no. Podía soportarlo durante una hora más o menos. Estaba preparada para un beso rápido, pero Rosé se lo tomó con calma. Cuando los labios de la rubia tocaron los suyos, la realidad de sus rasgos, de su tacto, de su escena, su esencia, golpeó con fuerza a Jennie.
