Cuando Roseanne sorprende a Jennie con una visita nocturna durante su estancia con su familia en el Sur, Jennie se encuentra ante una incómoda conversación a la mañana siguiente. En un esfuerzo por evitar ser juzgada y romper los lazos familiares, l...
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A la mañana siguiente, Rosé se despertó con Jennie aún en brazos. Se había quedado dormida en el coche de vuelta a casa y Rosé no había tenido valor para despertarla. La rubia la había subido las escaleras y se había acurrucado con ella en la cama.
Era tarde y Rosé también estaba agotada. Al menos tuvo la decencia de permanecer despierta y conducir hasta el motel. Se sorprendió de haber sido capaz de conducir aquel trozo de acero, con sus extraños en granajes y todo.
Pero ahora, al contemplar la apacible figura de Jennie, no parecía importar. La morena estaba perfectamente acurrucada contra su cuerpo, vestida con una de sus grandes camisetas.
Estuvo a punto de no cambiarle la ropa a Jennie cuando llegaron, pero sabía que la morena estaría incómoda, así que le quitó el vestido y el sujetador y le puso la camiseta que llevaba puesta.
Rosé, por su parte, estaba en ropa interior y una camiseta, y la sensación de estar juntas así era simplemente... agradable.
A la mañana siguiente, Jennie gimió en estado de duermevela y pasó la mano por los abdominales de Rosé, obviamente despertándose a regañadientes. La sensación de los dedos de la morena recorriendo sus abdominales fue suficiente para excitarla de nuevo.
Rosé cogió suavemente la mano de Jennie y le besó la punta de los dedos. Los ojos de Jennie se abrieron lentamente y Rosé la vio frotarse el sueño de los ojos con la otra mano mientras volvía en sí. "Buenos días. ¿Has dormido bien?"
Jennie soltó una leve carcajada mientras se desplomaba de nuevo sobre la rubia.
"¡Estoy tancansada! Por favor, dime que podemos dormir hasta tarde"
Rosé sonrió, encantada por su adorabilidad. "Que yo sepa estamos bien. Anoche salimos hasta tarde y te dormiste antes de que llegáramos a casa. Creo que pueden prescindir de nosotras"
Jennie asintió mientras se acurrucaba de nuevo contra Rosé, cerrando los ojos y suspirando satisfecha. Sus labios se torcieron en las comisuras mientras hablaba mirando su atuendo.
"¿De qué va esto?"
Rosé se sonrojó y empezó a hablar con dificultad.
"Te dormiste en el viaje de vuelta. Cuando te traje hasta aquí, no quería que tuvieras que volver a dormir vestida. Así que... te puse mi camiseta. Lo siento si te molesta. Si ayuda, no hice nada. Y si quieres, no lo volveré a hacer. Sólo quería que estuvieras cómoda"
Jennie miró a Rosé y sonrió. "Huele a ti"
La rubia le devolvió la sonrisa y se inclinó para besar a Jennie cuando un golpe en la puerta las sobresaltó. Rosé suspiró y empezó a tirar las mantas, pero Jennie la detuvo.
"No lo hagas. Probablemente sea Irene y casi le da un ataque por tu fiasco de la camisa desabrochada. No vas a abrir la puerta en ropa interior"
Rosé lanzó una mirada juguetona a Jennie y puso su famoso mohín. "Oh esposita, note pongas celosa ¿vale? sólo tú me verás así, no te preocupes. Pero si abres la puerta sólo con mi camiseta, ella hará algún comentario, ¿sabes? "
