Capítulo 2

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El trío de amigos compuesto por Gona, Luh y Hardy se encontraban sentados en una de las mesas de la cafetería durante la hora del almuerzo. El ambiente alrededor suyo era bastante divertido... O, en realidad, los que estaban divertidos eran quienes estaban repasando la escena de la cancha de básquet por séptima vez en el día, lo que ya estaba empezando a hartar al protagonista de ella.

—Imagínate si la pelota sí lo hubiera golpeado, ¡que gracioso! —Luh comentó y nuevamente estallaron en carcajadas.

—Dios, por qué no estuve ahí, hubiera sido genial de ver.

—Bueno, qué, ¿cuánto más piensan seguir? Ya perdió la gracia. —espetó ya un poco harto Gona.

—Ya ya, lo siento... Pero eh, tú deberías estar feliz de que tu príncipe azul te salvó. —se "disculpó" Luh.

—Otra vez. —añadió Hardy.

—Nada de eso, él no es mi príncipe azul, su color es el rojo. —ignoró las estridentes risas de sus amigos y continuó. —Además, eso fue todo un fracaso, no fue para nada perfecto, ¡así no voy a impresionarlo nunca! —golpeó su frente en la mesa, lo que hizo que sus amigos calmaran un poco sus risas e intentaran animarlo.

—Ya, no te desanimes. —comenzó Hardy. —Sé que decirte que te des por vencido no es una opción, así que tú sigue intentando, de seguro lograrás llamar su atención en algún momento, no eres un inútil.

—Exacto, ¡yo sé que se terminará enamorando de ti, Gona! —Vociferó animado Luh.

—¿Quién se va a enamorar de Gona? —preguntó Rich apareciendo prácticamente de la nada. Al oír su voz, Gona levantó instantáneamente su cabeza, mirándolo.

—Tú. —soltó Hardy y al instante se dio cuenta de lo que había dicho por las miradas de las otras tres personas. —Quiero decir, que qué haces tú aquí. Por favor, comprensión auditiva. —rodó los ojos mientras internamente dejaba salir un largo suspiro de alivio, pudo haber arruinado todo allí.

—Ah, claro. —Rich rió y Gona se volvió a enamorar de él. —Estoy aquí porque, como soy el delegado de la clase, la profesora de matemática me pidió que les avise a todos que, dentro de dos semanas, tendremos un exámen el cual es muy importante aprobar. —todos en la mesa suspiraron abatidos, la fecha de un exámen no era una noticia muy bonita de recibir. —Como ustedes fueron los primeros que encontré, pensé en decirles ya la noticia. ¿Interrumpí algo? —sonrió juguetonamente.

—No, para nada. —se apresuró a responder Gona. Rich lo miró y su sonrisa se ensanchó sutilmente, aunque de repente se contrajo un poco en un ligero espasmo que trató de disimular.

—Eso es bueno... Cómo sea, ya tengo que irme. Espero que logres enamorar a la persona que te gusta, Gona... —un tono raro se formó en su voz cuando dijo eso, no pareció del todo sincero. ¿Qué estaba pasando? —Hasta luego, chicos. —se despidió de los tres chicos, se dio media vuelta y se fue.

—Ay, es tan amable que hasta te desea suerte en el amor, no puedo negar que te enamoraste de una persona genial, Gona. —suspiró Hardy, quien no tenía mucha suerte en el amor con la persona que le gustaba. —A mí siempre me deja en la friendzone. —acabó con tono tristón.

Gona se sintió un poco confuso, ¿realmente le había deseado suerte? No se sintió muy sincero. Se quedó mirando en la dirección por la que Rich había desaparecido con un sentimiento raro que no podía identificar y con ciertas dudas sobre las verdaderas intenciones de Rich. ¿Eso fue acaso...?

—Muuuuy triste tu caso, Hardy. —la voz de Luh lo sacó de su burbuja y volvió a la conversación con sus amigos. —Pero más triste es el hecho de que en dos semanas tenemos un exámen de matemáticas. Dios, me va a ir tan mal. —Cubrió su cara con sus manos en señal de desespero.

Perfecto ; GonarichDonde viven las historias. Descúbrelo ahora