Perfecto ; Gonarich

Capítulo 3

Alrededor de tres o cuatro días habían pasado desde el día de las calificaciones y Gona ya tenía un nuevo plan para impresionar a Rich: volteretas.

En realidad, no estaba seguro de que eso le fuera a gustar al azabache, pero no perdería nada con intentarlo, realmente.

Él había estado practicando todo el fin de semana y en todo su tiempo libre algunas volteretas básicas (porque él no era atleta ni mucho menos) y había logrado dominarlas... Relativamente.

Así que ahí se encontraba él, estaba en el patio parándose de manos y caminando cierta distancia de esta manera, dando vueltas, y un par de trucos más mientras el pequeño público que se había formado entre sus amigos, compañeros y otros que pasaban por ahí lo observaban y animaban cada que cambiaba de pirueta.

Gona les había pedido específicamente a Luh y Hardy que lograran atraer a Rich allí, ya fuese esparciendo un rumor y haciendo que se hablara de él por los pasillos o como fuera, y sus amigos realmente lo habían conseguido, pero no contaban con que eso arruinaría todo. Gona estaba mostrando cómo lograba hacer equilibrio mientras se apoyaba solo en una mano cuando uno de sus amigos le mencionó que Rich estaba allí, este quiso decirle algo más pero no alcanzó, ya que cuando el pelinegro se apareció entre esa pequeña multitud, alguien más estaba a su lado, sosteniendo su mano...

Rich estaba con Nia. Estaban tomados de la mano, y la chica se veía muy cercana y cariñosa con él como para que eso fuera solo una cosa de amigos.

Y todo se confirmó cuando Nia dejó un beso en la mejilla del azabache y este sonrió mientras la miraba.

Gona los observó incrédulo. Perdió toda su concentración e inevitablemente se cayó en un duro golpe al suelo -quizás un golpe de realidad-. Eso hizo que el 90% de los presentes perdieran el interés y se fueran, allí solo quedaban sus amigos y la parejita. Gona logró recomponerse un poco y sentarse en el suelo, levantó la mirada y se cruzó con los orbes color obsidiana que devolvían su mirada, pero no podía descifrar con qué emoción.

La chica a su lado lo llamó y este no tardó mucho en girarse a verla, lo cual le dolió mucho a Gona. Mucho más que la caída.

Habían sido bastantes las veces que Gona estaba a punto de tener un accidente y Rich lo ayudaba, eran más de las que él recordaba; una vez en la cafetería, donde casi se resbala con jugo que alguien había tirado en el suelo, otra vez dónde estaba caminando desprevenido por la acera frente a la academia y Rich lo empujó para que una bicicleta que venía muy rápido no lo chocara, etc. La lista era larga, y Gona estaba realmente agradecido -y apenado- por cada una de ellas. Pero esta vez, eso no pasó. Rich no se preocupó por él cuando se cayó... Esto simplemente destrozó al muchacho, quien se apresuró en ponerse de pie y salir corriendo de allí, luchando contra las crueles lágrimas que amenazaban con salir en cualquier momento. Ahora su cerebro no podía razonar, se veía plagado de todas las emociones negativas que hasta entonces creía que no existían; la vergüenza, la desilusión, la pena, el ridículo y más sentimientos que estaban saboteando su mente. Logró frenar frente a un banco en una plaza y allí se sentó. Se quedó una media hora allí, sumiéndose en sus pensamientos y emociones, soltando una lágrima de vez en cuando, hasta que logró calmarse un poco.

"Debo rendirme con él, ya ni siquiera hay espacio para que intente conseguir una oportunidad. Se acabó." pensó.

En eso, su celular vibró. Al tomarlo, lo encendió y vio el nombre "Ceci" en la pantalla junto a un mensaje que le preguntaba dónde estaba y si estaba bien.

En ese momento, él entendió que ella ya sabía todo y solo pudo sonreír para sí mismo.

Al cabo de 20 minutos, Ceci se encontraba ahí.