Casarse con el villano de corazón blando [Parte 2]

210

Capítulo 210 - Sonrojado, oyó su voz: "Es muy lindo". (3)

El cuerpo del Sr. Lobo Gris se inclinó lentamente hacia delante y Ruan Qiuqiu sintió que le pesaban el hombro y la cintura. Cayó hacia atrás sin control y aterrizó suavemente encima de la piel del animal.

Los labios del Sr. Lobo Gris rozaron suavemente sus orejas. Ni siquiera se atrevió a tener peso sobre ella. Se limitó a caer junto a ella con su apuesto rostro ligeramente sonrojado.

Ruan Qiuqiu, que era ajena a todo aquello, "... ..."

¿Qué estaba pasando?

Se incorporó con dificultad, se alisó la ropa y se quedó pensativa con la barbilla apoyada en la palma de la mano mientras miraba a Yuan Jue, que tenía los ojos cerrados.

Debatió si debía decirle a Yuan Jue que ahora entendía sus palabras.

Ruan Qiuqiu lo pensó un poco y finalmente decidió esperar a que el señor Lobo Gris se diera cuenta por sí mismo.

Este lobo había sido tan torpe normalmente y sólo dejaba ver un poco de sus verdaderos sentimientos cuando hacía "aowu".

Le molestó que volviera con Tianxiu. ¿Eso significaba... ...

¿Que no le gustaba Tianxiu?

Tenía sentido. Por mucho que Tianxiu no lo hiciera intencionadamente, el joven señor Lobo Gris había sufrido mucho por su culpa.

Ruan Qiuqiu sonrió y no perdió tiempo en sacar el brazo con cuidado cuando él fingió estar inconsciente.

"Tianxiu no regresó a la Tribu de la Arena, sino que fue a ayudar a la Tribu del Oso de Invierno. He oído que muchos de los demonios oso resultaron heridos durante la marea de bestias y necesitan más hierbas", dijo Ruan Qiuqiu a su "Bella Loba Durmiente" mientras recogía las hierbas que tenían por ahí.

"La abuela Ruyi también fue allí hace un par de días. Descubrió un límite en la montaña detrás de donde se encuentra la tribu". Envolviendo las hierbas con una piel de animal, Ruan Qiuqiu dijo lentamente: "Ella dijo que la energía espiritual dentro del límite está muy concentrada... ..."

"Sería beneficioso para el cultivo... ..." Ruan Qiuqiu se detuvo a mitad de camino. Con las hierbas en la mano, suspiró para sus adentros y decidió que Tianxiu se llevara primero las hierbas antes de tener una larga charla con el Señor Lobo Gris sobre la mudanza.

Se lo pensó un poco antes de coger un nuevo cubo de madera, llenarlo de agua caliente, salir por la cortina hecha de piel de animal y entregar las hierbas a Tianxiu, que la había estado esperando con mirada preocupada.

No se había dado cuenta de que el señor Lobo Gris, que había estado tumbado alegremente sobre la cama de piedra, apretó los puños cuando ella salió de su dormitorio de recién casados.

- Sentándose despacio, el corazón de Yuan Jue decayó un poco y su mirada se volvió lentamente fría.

No se había dado cuenta antes, cuando estaban fuera, pero ahora sí. Había un sello no tan obvio en la muñeca de Ruan Qiuqiu.

Era algo que sólo aparecía después de establecer un contrato con un demonio.

Es decir, Qiuqiu había establecido algún tipo de contrato con cierto demonio durante su ausencia de esta tarde.

Lo que había notado lo sumergió instantáneamente en un pozo de hielo e incluso respirar se le hizo difícil de repente.

Podía especular que Qiuqiu, muy probablemente, había llegado a algún tipo de acuerdo con esa mitad demonio y mitad demonio Qing Ruyi. Ella se la había mencionado en el pasado.

Sólo captó algunas partes, ya que no estaba del todo consciente en ese momento.

No estaba preocupado por lo que haría Qiuqiu; sólo le preocupaba que se aprovecharan de ella.

Cada vez estaba más irritable y, con la cola sacudiéndose de un lado a otro, apretó los dientes y sus ojos se oscurecieron.

Había recuperado parte de su visión, pero aún así, lo único que veía eran luces borrosas. Incluso le resultaba demasiado molesto mirar el fuego que danzaba en el interior de la estufa de piedra.

Poco después, unas gotas de agua aparecieron sobre sus negras pestañas. Los ojos del lobo enrojecieron y, soportando el dolor, sólo activó un poco su conciencia demoníaca. Había bajado su capacidad y sólo escuchaba a escondidas la conversación entre su mujercita y el águila sin que la vista le acompañara.