Deus (Trilogía EXO III)

Remordimientos

El Sol lucía esplendoroso coronando el cielo matutino y totalmente despejado de la gran ciudad de Sumadia. Esta presentaba un aspecto tranquilo y sosegado en los primeros días de primavera. Rafael, mientras contemplaba las bellas vistas desde el balcón de su ático, olía la fragancia a jazmín que la brisa transportaba desde los jardines cercanos, una fragancia que desde bien pequeñito le había apasionado. Se recostó sobre la barandilla y adoptó una postura relajada para quedarse contemplando la gran ciudad que podía considerar su casa. Desde su posición tenía unas vistas privilegiadas. A su derecha podía observar el verde césped del Parque Real, que se extendía por más de dos kilómetros, bordeando al rio Tigris. Al otro lado del rio, se podía contemplar la zona centro de Sumadia: la gran plaza, con su dolmen central alzándose al cielo; el ayuntamiento, con su peculiar y vanguardista arquitectura; la biblioteca; los juzgados, etc... Y un poco más al este comenzaba la zona comercial, con sus grandes edificios de cristal repletos de luces y publicidad. Mirando al oeste el héroe podía observar la zona industrial. Entre las grandes naves y kilométricos almacenes, destacaba la sede de Acad Tecnología, con su inmejorable aspecto y su enorme logo (una A y una T entrelazadas con un diseño muy modernista). Al contemplar la sede de Acad Tec. los recuerdos volvieron a su mente.

«Kumrad..»

En los tres años pasados desde que pusieran fin a la amenaza que suponía Kumrad, habían sucedido muchas cosas. Consiguieron derrocar el anterior sistema que había sido impuesto en el mundo, de la mano de Serssek y demás reptilianos, en la que había una clara manipulación en la repartición de bienes y recursos, fomentando la creación de distintas clases, con una clara diferencia en cuanto a poder económico se refiere. Ya no iba a haber más esclavitud disfrazada de libertad. Eso se acabó. Volvieron a empezar de cero.

La humanidad volvió a comenzar intentando, esta vez, crear un sistema justo y respetuoso, pero no iba a resultar sencillo. El primer paso tomado fue erradicar el dinero, ya que fue el dinero y la manera de crearlo y administrarlo de la élite lo que convirtió a la humanidad en esclavos. Propusieron el sistema de trueque, como en los tiempos de antaño, pero era un cambio demasiado drástico y no podía hacerse de un día para otro, así que se decidió introducir el trueque pero mantener el dinero. Convivirían juntos hasta que el primero ya no fuera necesario. No tardaron en aparecer enemigos a este nuevo ideal, principalmente las familias acaudaladas, los peces gordos y las altas esferas, que vieron peligrosamente amenazada su privilegiada posición. Hubieron continuos boicots a las asambleas y congresos realizados para estudiar el nuevo plan a seguir y definir las nuevas pautas por las que se regiría a partir de entonces la humanidad. El cambio había comenzado, pero se necesitaba tiempo para sentar las bases de un proyecto de tal envergadura. La situación llegó a su punto álgido de tensión cuando Vincent Rose, en ese momento dueño de Acad Tec., encabezó a las altas esferas hacía un golpe de estado. Pretendía hacerse con el control del mundo por la fuerza, y de paso eliminar a las dos únicas personas capaces de impedírselo, Mr. Luz y Adora. Vincent había desarrollado un rencor profundo hacia los héroes, fueron las primeras personas que se rieron de él en toda su vida, y estaba decidido a que fueran las últimas. Arrastrado por la locura y ayudado por un ejercito de sus cyborgs de última generación, y de un supertraje que creó para si mismo, puso en jaque el futuro de la humanidad. Pero, una vez más, Mr. Luz y Adora consiguieron detenerle y salvar la situación.

Desde entonces, el ambiente se ha tranquilizado, las familias acaudaladas que seguían a Vincent Rose desaparecieron, escondiéndose para ponerse a salvo, cuando este cayó ante los héroes. El proceso para instaurar el nuevo sistema seguía adelante y parecía que pronto podría convertirse en una realidad. Había que organizar nuevas estructuras y nuevos gobiernos a escala mundial, por lo que el esfuerzo por parte de todos los implicados estaba siendo titánico. Pero al fin, después de casi cuatro años, parecía que las estructuras estaban definidas y todo el mundo de acuerdo. Tan solo faltaba la parte final: decidir quienes serían las personas elegidas para ocupar los nuevos cargos.