Introducción - parte 5

48 8 5
                                    

Lo siento por conocerte – quinta parte

A veces, la felicidad es tan efímera que parece una burbuja de jabón. Puedes ver su iridiscente superficie reflejando los colores del arco iris, pero en un abrir y cerrar de ojos, explota, desapareciendo para siempre. Es una sensación que conozco demasiado bien, tan familiar como el sabor amargo de la derrota. Y eso es justo lo que todos los presentes en la habitación están experimentando ahora mismo.

Cuando me enteré de la recuperación de la hermana menor de Iroha, fui hacia ella con un abrazo tan tierno y cálido como si realmente me importara. Pero eso no podría estar más alejado de la verdad.

Con ese simple contacto, rompí un pacto que había hecho mucho tiempo atrás con unos amigos: no usar el sistema parodial. Sabía que esto auguraba desgracias por venir, pero francamente, no me importó. Incluso si eso significaba sacrificar a las únicas personas que alguna vez me habían importado.

Iroha: Ui...

El tono de Iroha se llenó de ansiedad al ver a Ui, débil y desfallecida, en mis brazos. La agarré rápidamente, evitando que se desplomara.

T/N: ¡¿Ui, qué te pasa?!

El pánico se apoderó de la habitación al ver a Ui inmóvil. El doctor se precipitó hacia ella y llamó a más médicos, mientras nos expulsaban de la habitación.

Touka: ¿Q-qué le pasó a Ui?

Touka, desolada, apenas murmuró esas palabras.

Acababa de cometer un pecado imperdonable, pero... ¿y entonces? Mi corazón no se retuerce por lo que acabo de hacer.

Me estoy convirtiendo en una especie de psicópata. Mi yo anterior seguramente me condenaría, pero eso ya no me importa. He perdido tanto ya... ¿qué más da perder un poco más de la autoestima que alguna vez tuve?

Los médicos salieron de la habitación, llevándose a Ui en una camilla. No les presté mucha atención, solo simulé un semblante preocupado. Estaba absorto en mis propios pensamientos.

En primer lugar...

Iroha: ¡Ui!

¿Alguna vez he tenido algo que perder?

Los padres de Iroha corrieron junto a su hija menor. Iroha quiso seguirlos, pero sus propios padres le suplicaron que esperara.

Iroha: Pero...

T/N: Iroha.

Toqué su hombro, sin necesidad de más. Ella simplemente se resignó a la espera.

El tiempo se deslizó entre nosotros, el silencio era un hilo tenso entrelazándonos a Touka, Nemu, Iroha y a mí. Tras un par de horas de conversación superficial, el padre de Iroha apareció para llevársela. Al parecer, había noticias sobre Ui.

Nemu: ¿Qué le habrá sucedido a Ui? Los médicos aseguraron que estaba bien, pero colapsó...

Touka: ¿Y si nos mintieron...?

Sus cuestionamientos flotaban en el aire, susurros apenas audibles.

Yo me perdía en mis propios pensamientos, mi mirada clavada en el suelo como si buscara respuestas en él.

Después de un tiempo, Iroha regresó, su estado era desolador. La noté más desgastada que nunca, parecía una persona que no había dormido en días.

Me levanté de inmediato y le hablé con una preocupación inusual.

T/N: ¿Cómo está Ui? Necesitamos saberlo, por favor.

El silencio melancólico de Iroha era una respuesta en sí misma. Abrió la boca, pero las palabras se quedaron atrapadas.

Esto es mi culpa, lo sé muy bien. Sí, soy un demonio, lo entiendo, lo entiendo. Me detesto por haber utilizado el sistema parodial para algo así.

El sistema parodial se basa en la percepción de que nada es concreto, sino conceptual. Por ejemplo, el 5 no sería un número, sería una idea, un concepto. La premisa fundamental de este sistema es que todo es a la vez infinito y nada, pero al mismo tiempo trasciende la noción de simultaneidad, basándose en el principio de que realmente no podemos definir nada. Todo es nada y a la vez es algo.

En otra palabras, el hecho de que Ui se estuviera recuperando de su enfermedad, no es un hecho, sino un concepto bajo el sistema parodial, un concepto moldeable.

Para mi otro yo, el utilizar este sistema es simple. Cuando abracé a Ui, evalué su condición de salud y al darme cuenta de que realmente estaba mejorando, manipulé el sistema para cambiar su recuperación.

Y el resultado...

Iroha: Ui... Ui tiene... muerte cerebral.

Sí, así es. He matado a Ui.

Touka: ¿E-eh...?

Nemu: No... Por favor...

Esa fue la respuesta de las dos chicas jóvenes. Estaban tan frías y ausentes como un cadáver.

Y, sin lugar a dudas, Iroha era la que más parecía afectada por la noticia. Su respiración era lenta y pesada. Y cuando salió corriendo, supe que era el momento del contrato.

T/N: ... Touka, Nemu, quédense aquí, por favor. ¿Sí?

Ellas asintieron con debilidad, y yo rápidamente me puse en marcha tras Iroha.

Corría a una velocidad normal para una chica de su edad, tal vez un poco más rápido, así que no me resultó complicado seguirle el ritmo hasta que logré alcanzarla.

Iroha: T/N... kun...

No tengo ni idea de qué hacer, debo admitirlo. Pero, por suerte, mi maquinaria mental acaba de escupir una idea instantáneamente.

T/N: Lo... lo siento.

Me acerqué a ella y la abracé. Mi voz temblaba mientras hablaba.

T/N: Ui no merecía esto. Todo iba bien... demasiado bien...

Mi voz se apagó, como si estuviera luchando contra las lágrimas.

T/N: Es injusto...

Nada mejor que parecer comprensivo. Sonaba a punto de llorar, pero sin derramar líquido por mis ojos.

Iroha: ¿Qué ha pasado...? Dijeron que se estaba recuperando...

No me correspondió el abrazo, pero tampoco me apartó o intentó separarse. Pude sentir cómo lloraba en voz baja, apoyándose en mi pecho.

Y en ese momento, noté la presencia de cierto gato blanco a pocos metros de nosotros.

Kyubey: Hola de nuevo, Tamaki Iroha, T/A T/N.

Un saludo neutral, como siempre.

Iroha: ¿K-Kyubey?

Kyubey: Parece que he llegado en un momento incómodo. Lamento lo de tu hermana, pero por suerte, tienes la oportunidad de salvarla.

Como sospechaba, Kyubey había estado merodeando, y apareció justo cuando su objetivo estaba en su punto más vulnerable.

Iroha: ¿Q-qué...?

Kyubey: El contrato del que hablé antes. Cumpliré cualquier deseo y, a cambio, te convertirás en una chica mágica.

¿Chica mágica? ¿Estoy en algún tipo de manga o anime para que ocurra algo así?

No lo sé, pero lo que sea que Kyubey le ha ofrecido a Iroha, ha capturado su atención. Se separó de mí y miró a Kyubey con un aire de seriedad y agitación.

Iroha: Por favor... salva a Ui. ¡Hazlo, te lo ruego!

Sus palabras estaban cargadas de desesperación.

Parece que finalmente llegó el momento del contrato. Todo salió como lo había planeado.

Lamento decepcionarte, Incubator, pero me veo en la necesidad de robarte a tu nueva chica mágica. Ahora ella será mi peón de ajedrez... no, es más que eso, tal vez un caballo.

Iroha Tamaki, eres especial.

El Sacrificio Pefecto: T/N x Iroha Tamaki - Fanfic Magia Record / Madoka MagicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora