Capítulo 1

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Callum Evening

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El hielo le congelaba la sangre. Sentía como sus entrañas ardían dolorosamente por el poco flujo que traía consigo. Sus dedos permanecían intactos y las luces blancas daban vueltas sobre su cabeza. Alcanzó a escuchar una voz que no logró reconocer. Un médico de cabello negro azabache lo perseguía mientras la camilla era arrastrada hacia una sala desconocida para él.

-¡Mantente despierto!

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Su voz hacía eco en su cabeza, pero con una tonalidad oscura, como si estuviera cayendo en un abismo.
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-Tranquilo Shane, juro que te sacaré de esta. Lo juro por lo que más amas en este mundo.
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¿Lo que más amaba? Sus párpados, cubiertos de copos de nieve, parpadeaban con una lentitud que daba miedo. Logró vislumbrar un hombre alto de cabello blanco corriendo detrás de él. A su lado una chica con una trenza del mismo color, movía los labios, pero no entendía lo que decía.
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-No debimos dejar que se fuera H...-
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Escuchó un nombre familiar, pero no reconocía sus significado. Una sensación de calidez lo invadió mientras un líquido atravesaba sus venas. La voz alterada de aquel chico de cabello negro fue lo que alcanzó a escuchar.
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-Lo necesitabas. Pero ahora yo te necesito, mi hermano, mi mejor amigo... Te salvaré. Quédate conmigo Shane.
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Lo último que alcanzó a ver fue el pálido rostro de su madre reflejado en el espejo. La oscuridad lo invadió. Sintió como caía en un pozo oscuro y congelado. En ese momento las voces se disiparon, y su mente se apagó.

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La nieve cubría los tejados de la secundaria más prestigiosa de todo Stallis, los alumnos de 6to año iban y venían, felicitandose entre ellos, a sus maestros, agradeciendo a familiares y conocidos que venían a recibirlos en tan importante día. El día de su graduación.

Cada uno de sus nombres resonaba en el escenario a medida que iban recibiendo sus diplomas y títulos correspondientes, su formación no era de las más necesitadas en el planeta, pero ayudaba a conseguir entrada fácil a cualquier universidad a la que desearan apuntarse, y asi no tener mayor preocupación a lo largo de su vida.

Rondando por los pasillos, con gorro y diploma en mano, corría Shane Foster con un camino de hielo formandose a cada paso que daba bajo sus pies. Daba saltos y esquivaba alumnos como un niño en patineta.
La razón de su apuro es que no había podido encontrar a su mejor amigo luego de haber recibido sus felicitaciones por haber
pasado 6 años encerrado en una academia lujosa.

Finalmente, luego de haber atravesado 8 largos pasillos, más de 5000 casilleros y tras los gritos de varios maestros pidiendole que se detuviera, encontró del otro lado de la recepción a Archie Bonet. Aquel que lo había acompañado durante todo ese tiempo, con quién se reía en los recesos, con quien compartía sus más grandes secretos y el que le ofrecía un hombro para llorar cada vez que lo necesitaba.
Al llegar a su lado, detuvo el camino de hielo que lo había llevado durante todo el recorrido, se bajó de una pequeña montaña que había formado y
abrazó con fuerza al pequeño adolescente de pelo negro que tenía enfrente.

Arderé en tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora