LA MASCOTA DEL REY

CAPÍTULO DEL 101 AL 110

CAPÍTULO 101: Cuando murió, el hombre no vino

¡Si lo crees, iré a preguntarle a Su Majestad!

Wang Li era un hombre muy viejo, pero corría como un poseso hacia el frente del palacio. Jadeaba y jadeaba, su corazón estaba en pánico: ¡las palabras de Du Yuzhang eran todas las de un mundo abandonado! Incluso las últimas palabras que dijo fueron una señal de su regreso a la vida.

Su estado de salud era tal que, si hubiera pensado en rendirse, no habría podido sobrevivir. Ahora, aparte de Li Guangzhong, ¿quién más podría salvar su vida? El dolor era cada vez más intenso, atormentándolo dentro de su cuerpo. Era como si le hubieran clavado un cuchillo en el cuerpo, apuñalando y revolviendo su carne y su sangre hasta convertirlas en papilla. El dolor era demasiado para Du Yuzhang.

Ambas manos se rascaban el estómago, dejando manchas de sangre por toda su blanca piel.

Las comisuras de la boca de Du Yuzhang estaban cubiertas de sangre roja brillante. Quiso gritar pidiendo ayuda, pero no pudo emitir ningún sonido.

El hombre no podría... ¿Hay algún...? Hay.... ¡Vengan a ayudarlo!

"¿Qué has dicho? ¿Una vuelta a la luz?".

"¡Creo que realmente has perdido la cabeza! ¿Lo que te dije hace un momento fue para nada? ¡Du Yuzhang es un mentiroso! Qué enfermedades, qué heridas, ¡todo es mentira!".

"¡Llevo tanto tiempo hablando que he echado a mucha gente! Su Majestad, voy a ver... ¡El Señor Du es realmente desafortunado! Si no vas, será demasiado tarde".

Wang Li estaba desesperado, pero Li Guangning se reía fríamente.

"¿Cómo puede haberte comprado a ti también? ¿Morirá? ¿Cómo puede estar dispuesto a morir?".

Li Guangning se puso en pie. Señaló el mar de líquido rojo que había en el suelo, con el brazo tan tenso que aún temblaba.

"¿No lo ves? Wang Li, ¿no puedes ver realmente? ¡He estado esperando aquí durante casi tres horas para que esta sangre se vuelva marrón! ¡Pero no lo hicieron! ¿Crees que no quiero creerle? Me he permitido "creer" en él durante tres años. ¡Creía que no tenía ningún motivo oculto para unirse a mi Gobierno del Este! Creí que sólo se había engañado por un momento hace tres años, ¡no que quisiera unirse a nosotros! Creí que se había arrepentido y que no volvería a mentirme ni a aprovecharse de mí. ¿Qué ha pasado? ¡Me ha defraudado! Una y otra vez.

Wang Li miró en la dirección que señalaba Li Guangning.

El suelo era escandalosamente rojo, esparcido en grandes franjas por todo el lugar. Tal y como había dicho Li Guangning, ¡nada había cambiado después de todo este tiempo!

¡Espera!

Wang Li notó de repente una diferencia. Es cierto que varias zonas grandes de líquido rojo eran antinaturales, pero también había algunas zonas en las que el color había cambiado ligeramente. Y había coágulos de sangre negra en esas zonas, ¡que no se podían fingir!

"¡Su Majestad! ¡Mira esto! Hay sangre real en esta, ¡y está toda descolorida!".

Pero Li Guangning sólo le echó un vistazo y dijo con mala cara,

"Sí. No habría sido fácil ocultarlas si todas fueran falsas. Por eso se pisoteó a sí mismo deliberadamente e hizo algunas enfermedades reales, para poder engañar mejor al rey".

"Pero Su Majestad, sin contar los que no cambian de color, ¡esto es demasiada sangre! ¿Qué cuerpo puede soportar este tipo de abuso, y todavía estar a salvo después de toda esta sangre?".