05

1.3K 178 79
                                    

Minji está disfrutando de una maravillosa taza de té caliente, viendo su serie favorita mientras el cielo comienza a oscurecerse afuera del inmenso ventanal en su sala. Es ese pequeño momento del día, donde se permite estar sola y disfrutar de su propia compañía.

Y ver Pucca con una taza de su té favorito suena como la mejor forma de terminar la semana.

Pero es entonces, que el timbre suena haciéndola fruncir levemente el ceño.

Lo primero que piensa, es que debe de ser una de las chicas. A pesar de que las noches de los viernes suelen ser cuando se juntan para cenar y ver películas, pero para ser honestas, las chicas aparecen a cualquier hora de cualquier día.

Ellas dicen que el apartamento de Minji es el mejor, porque está en el medio y las vistas son levemente mejores, pero la castaña piensa que esa es solamente la excusa perfecta para destrozar su casa, aunque realmente no le molesta. Adora a sus amigas con todo lo que es, así que tenerlas alrededor es ciertamente encantador.

Así que se levanta, esperando que cualquiera de las tres se encuentre detrás de la puerta. Pero para su grata sorpresa, se topa con unos ojos castaños y una cabellera marrón.

── Hanni. ── No puede esconder la sonrisa que aparece en su rostro al verla.

Está jodida, y ya ni se sorprende ante aquello. Ante el simple pensamiento en su cabeza que grita "no seas tan obvia" Ante el cosquilleo en la punta de sus dedos, ante el extraño latido acelerado de su corazón.

── Hola. ── Hanni sonríe levemente, y casi parece tímida de encontrarse ahí.

Se encuentra vistiendo una sudadera de gatitos junto a una calza, y Minji solo puede pensar en lo completamente injusto que es, que sin importar lo que Hanni lleve, siempre se ve igual de bien.

Incluso, Minji piensa que cada día que la ve, Hanni está más bonita que la vez anterior.

──¿Todo bien? ── Le pregunta.

──Sí, bien. ── Asiente mientras aprieta los labios en una pequeña mueca── Eres tatuadora, ¿Verdad?

La pregunta sorprende un poco a la castaña, quien frunciendo levemente el ceño, asiente.

── Lo soy.

── Podrías... ── Hanni murmura. ── ¿Podrías hacerme un tatuaje?

Minji sonríe, una sonrisa amplia y sincera. La pregunta le hace sentir una especie de calor en su pecho, como si de pronto, en mitad del invierno, un campo repleto de flores florecieran en su pecho. Como si después de una horrible tormenta en mitad del océano, el mar se encontrara en calma.

Hanni estaba ahí, preguntándole a ella entre todos los tatuadores que podían haber en Seúl, pidiéndole a ella si podía hacer lo que más amaba hacer en su piel.

──Sí, claro. ── Responde con los ojos repletos de ilusión, intentado fallidamente esconder la emoción ante la idea. ── ¿Para cuando lo quieres?

Hanni sonríe, y de golpe parece menos tensa. Como si se hubiera quitado una especie de peso de encima.

Minji quiere rodar los ojos ante eso, porque Hanni parecía nerviosa, como si preguntarle a Minji aquello le hubiera costado tanto como a ella hacer esas estúpidas galletas.

Y entonces, una absurda idea pasa por la cabeza de la castaña. "Quizás esta es su excusa, quizás esta es su forma de acercarse a mi".

Pero enseguida elimina aquello de su mente.

── Lo antes posible.

── Puedo hacerlo ahora, si quieres.

Realmente, aquello es un impulso. Y en el momento que las palabras salen de su boca, una pequeña parte de ella se arrepiente.

⠀❛ㅤSWEET AND SOUR, HEART DEVOUREDㅤ( 天 )ㅤbbangsazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora