⠀❛ㅤSWEET AND SOUR, HEART DEVOUREDㅤ( 天 )ㅤbbangsaz

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Minji no puede evitar sonreír orgullosa cuando ve la reacción de Hanni al verla entrar en la cafetería un viernes por la tarde.

Había salido más pronto de lo habitual aquel día, porque tener a tu mejor amiga de jefa tiene sus ventajas.
Danielle había sonreído mientras Minji le explicaba todo lo que tenía planeado, y esta le había dicho que contara con ella para lo que necesitará.

Lo tenia todo planeado, y estaba segura de que iba a salir bien.
O por lo menos, esperaba que a Hanni le gustará.

──No sé si debo preguntar qué se debe tu vestimenta.──Hanni dice con la mayor sonrisa en sus labios.

──Oh.──Minji sonríe, mirando a su propia camisa.──Es que verás, bonita, tengo una cita.

Hanni se ríe, y Minji había esperado todo el día por ello. Por llegar con aquella camisa blanca un tanto desabrochada y aquella corbata color vino poco apretada alrededor de su cuello, de ver la reacción de la chica y escucharla reír de la forma en que acababa de hacerlo.

──¿La tienes?──Pregunta.──¿Quién es la afortunada?

Minji sonríe mientras se encoge de hombros.

──¿Una chica australiana y de ojos marrones? ¿La conoces? Trabaja por aquí.──Responde, fingiendo mirar por el local y sacando otra pequeña risa de la más baja.

──Eres una idiota.──Es todo lo que Hanni dice, pero la enorme sonrisa en su rostro es más que suficiente para que Minji se sienta satisfecha.

──Dime que terminas el turno pronto, cielo.──Dice, causando aquel color rosado en las mejillas de Hanni.

──En media hora.

Minji sonríe mientras asiente.

──Genial, en media hora empieza la mejor cita de tu vida.

──No puedo esperar.

♡♡♡

──Creo que se te está haciendo costumbre conducir mi coche.──Hanni dice mientras salen de la cafetería, la luna ya brilla en la oscuridad del cielo y las calles de Seúl huelen a lluvia.

Minji se encoge de hombros en respuesta.

──Puede, pero conduzco mejor que tú así que no importa.──Responde divertida, a lo que Hanni rueda los ojos antes de entregarle las llaves de su jeep.

──Te odio.

Minji sonríe, porque sabe que Hanni está lejos de odiarla. Ahora lo sabe.

Ambas entran en el coche minutos después, y Minji enseguida se encarga de encenderlo para que el aire caliente los envuelva.

──Minji.──Hanni la llama desde el asiento del copiloto.

──¿Si?

──No es justo.──Susurra, mirándola con aquel brillo en sus ojos.

──¿El qué?──Minji pregunta, mirándola mientras frunce el ceño levemente.

──Que tu estés así de guapa y yo hecha un desastre.

Las palabras hacen que el cuerpo entero de Minji se revelen, su corazón se acelera, comenzando a latir desembocado en su pecho, sus ojos brillan mientras miran a Hanni como si fuera la cosa más perfecta del mundo. Y es que Minji está convencida de que lo es, de que solo ella puede hacerla sentir así con tan solo unas palabras.

Si las almas gemelas existen, estoy segura de que he encontrado a la mía.

──No estas hecho un desastre, estas preciosa.──Minji consigue decir en un susurro, porque quizás está algo abrumada con todo lo que está sintiendo.