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Las cabezas se volvieron para mirar, miradas mixtas de sorpresa y curiosidad en los rostros de la gente del pueblo, mientras el extraño grupo pasaba corriendo

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Las cabezas se volvieron para mirar, miradas mixtas de sorpresa y curiosidad en los rostros de la gente del pueblo, mientras el extraño grupo pasaba corriendo. Incluso en una pequeña isla alejada de cualquier cosa importante en Grand Line, las noticias de los piratas del Sombrero de Paja, sus increíblemente grandes recompensas y su declaración de guerra al Gobierno Mundial eran de conocimiento común. Los lugareños se alejaron del grupo cuando pasaron, susurros apresurados se elevaban como polvo a su paso.

--- ¿No es ese Luffy Sombrero de Paja?

--- Creo que vi a la Niña Demonio Nico Robin también.

--- ¿Quién era ese con la nariz larga siguiéndolos?

Luffy, Robin y Usopp los ignoraron mientras buscaban desesperadamente en el pequeño pueblo costero cualquier señal de su camarada secuestrado o de los hombres que se lo habían llevado. Tenían que darse prisa. No solo las horas en la vida de su amigo probablemente estaban contando, también lo estaban hasta que se restablecerá el Log Pose, y perdieran su orientación a la Isla Gyojin.

El resto de la tripulación se había quedado en el Thousand Sunny. Nami todavía estaba demasiado conmocionada para irse, sin mencionar que Chopper se negó a dejarla salir de la enfermería. Franky había elegido quedarse para comenzar las reparaciones de la cocina destruida. La ausencia de Sanji y las heridas de Nami fueron suficiente recordatorio de su situación actual; no necesitaban la cocina maltratada y manchada de sangre para afrontarlo. Finalmente, Luffy le había pedido a Zoro que se quedara atrás en caso de que los piratas invasores regresaran. El espadachín había respondido con un estoico asentimiento, el ceño fruncido que había usado desde la revelación de Nami ese mismo día todavía pegado en su rostro, y tomó un asiento protector frente a la puerta que conducía a la enfermería. Nadie, absolutamente nadie, iba a lastimar a nadie más en su tripulación.

Usopp frunció el ceño. Habían estado corriendo así durante casi una hora, sin suerte. Él y Robin estaban sin aliento. Luffy, sin embargo, parecía imperturbable. Simplemente siguió adelante, gritando --- ¡Sanji! --- Cada pocos pasos. Finalmente, el francotirador había tenido suficiente. Lanzándose hacia adelante, agarró el brazo de Luffy y patinó hasta detenerse. Desafortunadamente para él, su capitán no se dio cuenta hasta que corrió una cuadra más adelante, su brazo se estiró calle arriba hasta que llegó a su límite y tiró de su dueño hacia atrás con un chasquido. Robin se hizo a un lado cuidadosamente para evitar la colisión entre su capitán volador y su compañero de tripulación que farfullaba. Luffy golpeó a Usopp a lo que debería haber sido una velocidad vertiginosa, y volaron unos metros más antes de aterrizar en una maraña de miembros en el suelo.

--- ¡¿Por qué me detuviste?! --- Gritó Luffy, dejando que Usopp lo empujara bruscamente a un lado para que pudiera sentarse.

--- Correr como locos no nos ayudará a encontrar a Sanji más rápido --- Gruñó el francotirador, frotándose la espalda con espasmos. Sacó un pedazo de papel arrugado de su bolsillo y lo agitó frente a la cara del otro chico --- ¿De qué sirve tener esto si no lo usamos?

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