extra 2

338 41 15
                                    

4 años después.

Huening Kai había tenido una tarde ocupada manejando la pequeña orquesta de niños que tenía y enseñándoles una nueva pieza. Lo disfrutaba, era parte de lo que mas le gustaba de trabajar allí aunque luego tuviera que limpiar el desastre que los más pequeños dejaban en su aula.

Pero lo hacía con gusto, se tomaba su tiempo para hacerlo bien y dejaba todo preparado para el día siguiente antes de irse a su ensayo de la orquesta de Seúl.

Al terminar, recogió sus cosas y salió del aula para dirigirse al estacionamiento. En su camino al auto se encontró con Yeonjun quien llevaba a una gemela en cada mano y era seguido por un Beomgyu con una pequeña pancita, pues esperaban su tercera niña, con Chaewon aferrada a su brazo.

Kai no perdió tiempo en saludar a sus lindas sobrinas y charlar un poco sobre su día con sus amigos incluso preguntando por la niña que venía en camino.

La mayor, Chaewon, le comentó que iban a casa de su abuelo donde se encontraría con sus papis y el pequeño Jungwon. Mientras que Haerin y Hyein solo hablaban de que ese día habían tenido clase de baile con su papá.

Se despidió de las niñas con un puchero y le dió un abrazo de despedida a sus amigos antes de irse a dejar sus cosas en su auto.

Se despidió de lejos una vez más antes de meterse en el asiento del conductor y encender su carro para irse. Tenía ensayo en media hora y aunque no era lejos le gustaba llegar temprano.

Se tomó su tiempo conduciendo y llegó a tiempo a su destino. Solamente tomó sus partituras junto a su teléfono y el resto de cosas las dejó en el auto, para luego adentrarse en el gran y antiguo edificio.

Era un hermoso auditorio lleno de instrumentos en el escenario y cientas de sillas frente a él, no era mucha la gente que ya había llegado pero ya los mejores asientos habían sido ocupados, cosa que no le preocupaba pues su piano era el único con asiento reservado.

O eso creía, porque al llegar vió a una chica sentada sobre su banco y organizando partituras sobre las teclas.

Se acercó un poco confundido de verla allí puesto a que Kai durante años había sido el único pianista. No es que fuera envidioso o egoísta, pero era un poco extraño para él.

"Hola, disculpa, creo que estás ocupando mi banco." Kai dijo con el tono más amable que pudo sacar.

La chica se sorprendió ante la voz y torpemente recogió sus partituras murmurando disculpas una y otra vez. "Lo siento, no era mi i-intención solo me entregaron mis partituras en desorden y realmente no sé donde van los violines yo-"

Con todas sus partituras en sus brazos y levantándose del banco la chica volteó a ver a Kai solo para quedarse paralizada al verlo a los ojos.

Kai solo intentaba decirle que no había problema mientras ella se disculpaba pero apenas ella volteó sintió ese mismo escalofrío pasar por su espalda cuando vió esos ojos brillantes voltear hacia los suyos.

Las palabras se habían quedado atrapadas en la garganta de ambos y el mundo se quedaba quieto a su alrededor. Las demás personas en el escenario no prestaban atención a lo que ocurría atrás pero para Kai y la chica era como si ni estuvieran ahí.

La chica dejó caer sus partituras al suelo sacándolos a ambos del trance, los dos se agacharon a recoger las hojas de inmediato con la chica pidiendo disculpas una vez más.

"N-No te preocupes, fue un accidente." Kai le dice. "Los violines son aquí junto al piano, supongo que eres nueva?"

De nuevo la chica sentía nervios al sentir la atención de Kai en ella y podía sentir su aroma esparcirse un poco debido a eso, por la luna que le sucedía ese día?

fate ‧₊˚ yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora