Compañeros

El novio

Phoenix creía firmemente en "confiar en el proceso". Era consciente de que no siempre tomaba las mejores decisiones, un rasgo que parecía haber heredado de su familia a lo largo de generaciones, pero confiaba en que, incluso con sus errores, todo saldría bien al final.

Por eso no dudó cuando Yoru le propuso fingir que estaban saliendo.

Para él, solo sería una actividad típica de compañeros de cuarto, como un favor entre hermanos. No veía nada malo en ello.

Una vez que Phoenix superó su actitud sarcástica y sus comentarios ácidos, se dio cuenta de que Yoru no era tan malo. De hecho, podía ser tierno en ciertos momentos, especialmente cuando hablaba de su amigo  o interactuaba con Brimstone. Quizás era extraño que él, como chico, usara la palabra "linda" para describir a otro chico, pero era la verdad.

Phoenix suspiró. Pasó toda la noche viendo algunas  películas que puso no fue suficiente para distraerlo de las posibles consecuencias de sus acciones. Aunque era impresionante que lograra permanecer despierto hasta las nueve de la mañana, su mente estaba ocupada con las notificaciones constantes que recibía en su teléfono.

Jett le había estado enviando mensajes toda la noche,  Yoru tenía razón, simplemente podría decirles que no quería que lo utilizaran como un objeto para emparejarlos, pero era difícil detener algo que todos parecían disfrutar y creían que era útil. 

Con todas estas cosas en mente, Phoenix sabía que debía enfrentar la situación con Yoru con honestidad y sinceridad. Debían hablar y establecer límites claros para evitar malentendidos. Aunque tenía miedo de las consecuencias, también estaba dispuesto a confiar en el proceso y enfrentar lo que el futuro les tenía preparado.

Si Yoru decidiera que no se sentía cómodo con el plan, Phoenix respetaría su decisión. Si todo lo demás fallaba y no podía encontrar a alguien para actuar como su pareja ficticia, simplemente le diría a sus amigos que no estaba interesado en tener una pareja en ese momento. Ese era el trato.

Suspiró y se acomodó más en el sofá. Ya se preocuparía por todo eso más tarde; no esperaba que nadie apareciera en la puerta principal.

Sin embargo, sus esperanzas se desvanecieron rápidamente.

Phoenix sintió como si su corazón saltara de su pecho cuando escuchó golpes en la puerta principal. "¡Phoenix, ábreme!" Se relajó al darse cuenta de que era solo Jett, aunque el sudor seguía formándose en su frente. Probablemente venía a preguntar sobre lo que había sucedido el otro día. Respiró profundamente y se preparó para enfrentar la conversación incómoda mientras se levantaba cansado del sofá y se dirigía a la puerta.

Casi de inmediato después de abrir la puerta, dio un salto hacia atrás para evitar ser golpeado por el enérgico empujón de Jett. Ahí estaba ella, en todo su esplendor, su mejor amiga. "¡Jett! ¡Qué bueno verte!" Dijo nerviosamente

"No quiero oírlo", respondió Jett  entró de nuevo en su antiguo apartamento, parándose en medio de la sala de estar.  "¿Qué te pasa?" Preguntó, con la cabeza baja para evitar su mirada.

"¡Tú sabes de qué estoy hablando! ¡Cada vez que  te organizamos una cita, siempre la rechazas! ¡Si no quieres que sigamos haciendo esto, solo dilo!" dijo Jett, cruzándose de brazos y frunciendo el ceño. "¿Sientes que te estamos obligando?"

El enojo en su mirada fue reemplazado por una expresión de culpa. Jett siempre preguntaba constantemente antes de cada cita si Phoenix estaba de acuerdo. A pesar de lo testaruda y descuidada que era, seguía siendo una gran amiga. Sabía cuando él se sentía incómodo y siempre lo defendía.