Una pelirosa de 17 años abrió sus ojos esmeraldas lentamente, despertando del estado inconsciente donde estaba.
— Carajo, ¿quiénes eran esas personas? — se pregunta a ella misma, agarrando su cabeza. Mientras estaba inconsciente, había soñado de cuando era niña. Estaba Shingeki ahí, y también estaba Inutsuki. El chico que ella misma reclutó para su equipo. ¿Eso quería decir que él sabía quién era ella antes de que perdiera la memoria? Realmente la perdió... ¿o alguien del clan Yamanaka tuvo que ver? Sabía quién podía ayudarla a investigar ese evento, pero tendría que ir a Konoha y no sabía cómo... O tal vez sí.
Eso era otro tema que tratar.
No había pisado Konoha desde hace cuatro años. No sabía cómo estaban sus excompañeros de equipo o generación. No tenía fuentes de información que le avisarán como estaban, digo, tampoco es que le interesen, la verdad.
Pero muy dentro de ella, sabe que sí.
Que difícil fue decir adiós. Más a personas como Shikamaru, Kakashi, Akame y hasta al amargado de Izuna.
Mucho había cambiado desde entonces. Ya no usaba máscara para tapar su rostro, ni tampoco estaba acostumbrada a usar capa. Su cabello ya no era tan largo, solo le llegaba a mitad de la espalda. Su traje seguía siendo el mismo kimono abierto desde los exámenes, gracias a Karin, seguía entero. A la hora de pelear tenía tanta libertad que era cómodo. Tenía unos pequeños ajustes para que quedará perfecto a su cuerpo, que gracias a los entrenamientos, seguía estando en forma. Unas piernas torneadas acompañadas de un trasero redondo, su pecho había crecido de acuerdo con su edad, pero tenía una cintura diminuta. Aunque a veces competía con Inutsuki, quien también a pesar de ser musculoso y tener espalda ancha, su cintura era estrecha.
— ¡Sakura, has despertado! — grito una pelirroja que iba entrando en la habitación, mirándola preocupada. Sakura la miro detenidamente, reconociendo a Karin. Su mirada recorrió la habitación, encontrando que estaban las dos solas, pero en unos segundos, todo su equipo había entrado por el grito de la chica.
Inutsuki entró detrás de Suigetsu, lentamente. Sakura lo miró un largo rato antes de incorporarse en la cama. Estaban en una guarida de Orochimaru. Nadie tenía conocimiento de ella más que la pelirroja.
— ¿Qué pasó? — preguntó Sakura, mirándose las manos. Sus heridas estaban cerrándose rápidamente.
— Llevas tres días inconsciente, rosita — se burló Suigetsu, ocasionando que Sakura y Karin lo miraran con molestia. La primera porqué odiaba el apodo y la segunda por molestar a su líder.
— Después de la pelea con Deidara, acabaste muy mal y te trajimos a este lugar. Hice todo para que estuvieras estable pero el tener al bijuu dentro, supongo que me ayudó mucho. Lo demás solo fue una reposición de tu chakra ya que por culpa de la explosión, consumiste mucho para poder sacarnos prontamente de ahí — explicó Karin, agradecida. Los otros tres chicos asintieron, dando así la gratitud. Sakura cerró los ojos ignorando sus agradecimientos.
— Si no fuéramos por ti, hubiéramos sido puré, líder. Es la mejor — dice con verdadera admiración el peliblanco. Inutsuki y Juugo rolaron los ojos al ver que en ese momento no era capaz de guardar silencio.
—¿Qué paso con Deidara y el idiota que estaba con él? — preguntó ignorando a Suigetsu, quien se puso en una esquina del cuarto con un aura triste.
— Deidara está muerto, o eso creemos. Kenji escapó y lo más seguro es que haya vuelto con Akatsuki — dice fastidiada la pelirroja a punto de darle un golpe a Suigetsu, porque ya la tenía harta de sus niñerías.
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Proteger la luna
Random{Temporada 2 de "¡Yo no soy un monstruo!"} Sakura dejo la aldea. Creo un nuevo equipo. Esta en busca de su hermano, de su pasado. Está dispuesta a destrozar a todo aquel que se encuentre en su camino. Su pasado está más cerca de lo que cree. -; Acl...