Capitulo 3

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Paula, Amsterdam.

[2018]

Me había tocado nuevamente una pasarela en la otra punta del mundo. Pasé de estar viviendo en Italia y tener planeado ir a Francia otra vez, a estar preparándome para salir a la pasarela con un vestido de Chanel.

No puedo creer todavía que estoy modelando para mi marca de ropa y soñada de chiquita favorita. De verdad tengo una suerte de la concha de la lora.

Estaba escuchando las instrucciones del director, cuando ví dos ojos azules mirándome desde el final de la alfombra y con su familia viendo todo. No podía estar pasando esto, ¿Que corno hacía acá?

No se por qué empecé a sentirme mal, otra vez ese sentimiento de abandono estaba volviendo. Así que hice lo que mejor me sale ante estas situaciones, irme del lugar.

Sin importarme los gritos de mis compañeros, de seguridad, de los modistos y del director yo me fui a paso rápido del lugar. Casi corriendo.

Cuando menos me dí cuenta, al salir estaba llorando. No sabía que me había pasado, pero no podía pensar en otra cosa que no sea él con su familia yendo a verme.

Él con su familia. Su familia. Esas palabras se repetían como un disco rayado, no podía soportarlo. Ya tenía veinte años y seguía poniéndome mal por estas cosas.

De repente siento una mano tocar mi hombro. Doy varios pasos hacia atrás, con temor de que sea Leandro quien esté ahí. Pero no era Leandro, no lo conocía en nada.

-Are you ok?- Preguntó en un inglés medio malo.

Por su forma de pronunciar las palabras me dí cuenta de que era Argentino.

-¿Sos argentino?- Pregunté y el sonrió.

-Si, ahora repito la pregunta...- Me mira aún preocupado- ¿Estás bien? Parece que te hubieran hecho mierda hace un segundo nena...- Yo suspiré.

Si supiera que realmente estaba hecha bosta no lo usaría como una forma de decir.

-No... No estoy bien...- Dije con la voz rota, a punto de llorar frente a este desconocido del que solamente puedo ver que tiene un uniforme de fútbol- Un pibe está acá, tuvimos algo hace mucho y él me dejó porque la mujer estaba embarazada...- Me tapé la cara con las manos avergonzada.

-¿Estabas con un pibe casado? Solo falta que me digas que es futbolista para terminar con frutilla el postre...- Bromeó nuevamente, yo lo miré seria- ¡Es futbolista también!- Asentí- Pero la puta madre, con razón estás tan mal... Somos unos hijos de puta cuando queremos...- Se ríe.

-Si... Para colmo el vino con toda su familia a verme en la pasarela y yo no tengo a nadie que me ayude o me esté viendo en el público como apoyo...- Expliqué dejando un poco el llanto e intentando secar las lágrimas.

-Acabo de venir de un partido, debería estar yendo a mi casa... ¿Molesta si tengo olor a chivo?- Preguntó.

Yo, al no entender por qué me decía todo esto asentí.

-¿Querés que vaya yo?- Preguntó y se me iluminó la mirada.

Fui a abrazarlo ni bien terminó de hablar. No sabía quién era pero estaba feliz de haberlo conocido.

-De una... Gracias flaco...- Respondí feliz.

-Lisandro.

-¿Qué?

-Mi nombre es Lisandro, ¿El tuyo?

-Paula.

-Que lindo nombre, Paula...

Piel |Leandro Paredes|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora