Entrenamiento

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El castaño que sabía por experiencia propia que nadie le hacía caso, se quedó al final de la fila y no se percataron de su presencia dentro en la supuesta fila para entrar.

Al inicio Gobber dando un discurso de como sería este entrenamiento al segundo puesto se encontraba Astrid una joven vikinga de rubios cabellos que bestia con su camiseta azul y unas hombreras de metal junto a un hacha de batalla como arma ella era la chica a la que casi todos los demás pubertos de la aldea coqueteaban.

Siguiéndola estaban su primo Snotlout un vikingo no muy alto pero si algo fornido que traiga consigo su casco representativo de los Vikingos y un mazo con pinchos como arma y a su lado se encontraba Patapez un chico vikingo de mayor envergadura y algo regordete con redondeada cara el cual portaba consigo un mazo de piedra.

Justo detrás de ellos y al frente de Hiccup se encontraban los gemelos bromistas de Brutacio y Brutilda dos hermanos que se veían bastante parecidos ya que ambos tenían el cabello rubio y largo, solo que Brutilda tenía un par de trenzas y sus cascos eran algo distintos ambos portaban lanzas como su arma y estaban discutiendo un poco.

Ya pasados unos pequeños minutos de que el discurso de Gobber terminara, este mismo abrió la puerta de la academia levantándola

-¡Bienvenidos al entrenamiento!- grita divertido Bocón, mientras abre las rejas y nos deja entrar a mi y a los chicos, esto será horrible, moriré antes de que saquen a uno de los dragones, no pasaré ni la primera prueba, ahora sí que estoy muerto

Y acto seguido todos los jóvenes entrarán de una sorpresiva y ordenada forma, Hiccup llegó a escuchar a la chica Astrid decir levemente unas palabras.

-Ya no hay vuelta atrás- escucho a Astrid hablar emocionada, Astrid es una de las chicas más guapas de la aldea, pero destaca más por ser una buena guerrera con muchas armas, pero su especialidad es el hacha.

Antes tenía una gran atracción hacia ella, más por su físico que por su personalidad, es una chica ruda, fría y indiferente, así que con el tiempo lo que sentía hacia ella ya no existía, no era como si me hubiera enamorada, solo era una tonta atracción física. Agradezco mucho que solo fuera eso, no me gusta su personalidad para nada.

-Espero llevarme quemaduras graves- rodé los ojos ante lo dicho por Brutacio

-Yo quiero mordidas, como en la espalda baja- concordó su gemela Brutilda, de verdad ¿Qué tiene de lindo el dolor?

Esa idea no terminaba de convencer a Hiccup pero conociendo a los gemelos era de esperarse que pidieran eso y sin pensar el joven hablo y se hizo notar su presencia por fin a los demás reclutas

-Claro que sí, dolor, me encanta... - Su tono de voz no fue medido para ser escuchado y aún así lo fue lo que si tenía era un notable sarcasmo acompañado de su actitud, ya que miraba al suelo con algo de visión pérdida y sin mucha emoción de estar ahí.

También escucho suavemente a uno de los gemelos hablar.

-¿Quien lo dejo entrar?- Con un alto sarcasmo bastante notable.

-¡Es hora de empezar! el recluta que lo haga mejor, ganará el honor de matar al Pesadilla Monstruosa, frente a toda la aldea.- Definitivamente no quiero hacerte esto.

-Hipo ya mató a un Furia Nocturna, ¿eso la saca?- No, no lo hice, y en realidad no estaba seguro de que fuera un Furia Nocturna y también lo liberé, no pude matarlo, no puedo matar nada, las risas de los gemelos no tardaron en aparecer, bueno, al menos mi fracaso sirve para algo.

-¿Ves Bocón? no me quieren acá me iré a la herrería, adi... - ya me estaba dando la vuelta para irme cuando, Bocón me detuvo dándome la vuelta, para dejarme junto a los demás chicos

Como entrenar a tu dragón: Un cambio como ningún otroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora