confrontación

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Como se prometió al día siguiente casi a medio día mary partió de Pemberley hacia Longbourn prometiéndole a georgana que apenas llegara le escribiría, la mayoría del viaje fue agradable ya que no hizo mucho calor pero tampoco mucho frio, fue casi en lo ultimo que se desato una tormenta, fue ayudada a bajar por el cochero tuvo que correr el corto tramo que la separaba de la entrada de la casa y cuando lo hizo los primeros en estar allí fue la señora Farks quien al verla le sonrió aunque algo tenue.

La señora Farks le ayudo a quitarse la pesada capa que la cubría junto a su sombrero, le paso un paño para que se secara el rostro ya que algunas gotas escurrían por sus mejillas.

Mary: ¿gracias, mis padres?

Farks: la señora esta en el saloncillo comiendo, mientras que el señor esta encerrado en la biblioteca, voy a avisarle a su madre de su llegada, ahora vaya a su habitación a cambiarse.

Mary: bien, por favor que alguien lleve inmediatamente mis cosas a mi habitación, en un rato te daré una carta es para la señorita Darcy en pemberley, mis padres no deben enterarse en especial mi madre, está bien le informo.

Farks: si señora, me alegra tano tenerla de nuevo, las tardes son aburridas sin su compañía le dijo para luego ir a ordenarle a los demás empleados que movieran las pertenencias de mary a sus habitaciones.

Mary paso rápidamente y sin hacer ruido a su habitación, se acerco a su armario que contenía parte de sus vestimentas diarias, se quitó el sencillo vestido morado que llevaba y se cambio a uno de manga larga gris , se quito las horquillas del cabello y la hermosa peineta y las escondió en un cajón falso que tenia en un costado de su escritorio, no quería que su madre las viera en especial la peineta después de todo fue un regalo de georgana , se la había puesto en el pelo cuando se despidió de ella, era una peineta dorada con pequeñas perlas incrustadas con dos largos péndulos al costado que terminaban es pequeñas esferas, no pudo evitar sonreír por ello, Elisabeth la había mirado con interés, mientras que el señor Darcy no pareció disgustado aun que curioso no trato de impedir que georgana se la prendiera en el pelo, solamente le deseo un buen viaje y le aseguro que si en algún momento deseaba volver a Pemberley seria mas que bien recibida , solamente pidió que enviara una carta informando su llegada.

Después de recoger su cabello en rodete al final de la nuca, se puso un lazo gris para que el peinado no se desarmara y dándose una mirada en el espejo salió de su habitación , bajo las escaleras y después de dar varios giros estaba por pasar de largo por el estudio de su padre, prefería encontrárselo en la Sena que ahora pero obviamente uno no siempre recibe lo que quiere verdad, por que mientras pasaba por la puerta esta se abrió y por ella salió el señor Bennett quien al verla se pudo ver por un momento algo de sorpresa en sus facciones que rápidamente desaparecieron.

Sr Bennett: ¿mary, no sabíamos que llegarías y por qué no se me ha informado?

Mary: como esta usted padre, en realidad no envié alguna carta para informar de mi llegada porque no tenía planeado regresar aun, pero a pemberley me llego una carta de mi madre pidiéndome volver, de echo me llego justamente ayer explico simplemente.

Sr Bennett: veo, me alegra que estés aquí, ahora te molestaría prestarme la carta le dijo levantando una ceja.

Mary: esta en mi habitación si desea puedo dársela más tarde, después de todo debo ir a ver a mi madre dijo bajando la mirada ya que la del señor Bennett era muy intensa y esta puesta sobre ella.

Sr Bennett: querida lo que sea que quiera decirte tu madre puede esperar, después de todo estoy seguro que aun no quieres reunirte con ella y ser el centro de su atención le dijo medio sonriendo.

Mary: supongo dijo por lo bajo.

Sr Bennett: entonces ve por esa carta y déjala en mi estudio le dijo siguiendo su camino hacia el pasillo que daba al comedor, dejando a mary algo perpleja por que quería leer la carta que su madre le había escrito, no era nada de otro mundo, aun que tampoco se demoro demasiado en pensarlo sus razones tendría y además como él dijo no quería ver a su madre, no estaba preparada.

dulce mariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora