conversar

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Anne volteo y se encontró con la mirada de Teobaldo, Anne no se inmuto al encontrarse con unos ojos tan intensos todo lo contrario le sonrió mientras pasaba a su lado e iba de regreso con georgana.

Teobaldo por un momento no supo que hacer más que seguirla con la mirada, se llevó la mano al pecho y pudo sentir como su corazón latía como un loco, lo que resto de tiempo hablo algo con sus amigos, hasta con lady Catherine quien se había sentado en algún momento cansada, pero a momentos se permitía dar una que otra mirada donde se encontraban las alegres damas.

mary caminaba del brazo del lord Beaumont en un silencio que para muchos resultaría incomodo, pero no para mary quien estaba acostumbrada a estar en silencio, silencio que le permitía meditar, pensar y observar...mirando de reojo a su acompañante quien por el momento se dedicaba a observar su entorno, a las personas, el lugar y las tiendas, pronto notaron la librería se acercaron después de compartir una mirada.

Cuando mary entro notó que era muchísimo más grande de lo que estaba a costumbrada en el pequeño pueblo de maryton, sus estantes eran más largos y altos, había una gran colección de poemas, novelas, partituras de música, filosofía, religión, fauna y flora y mucho más, mary se acercó hacia las partituras y las estudio con una pequeña sonrisa por su parte Armand la observo con cuidado tratando de descifrar su carácter.

Armand: ah encontrado algo de su agrado le pregunto acercándose a su lado sin ser invasivo.

Mary: lamento mucho haber sido tan descortés, me apena decir que apenas entre me olvide de usted admitió sonrojándose profundamente sintiéndose mortificada por su falta de modales.

Armand: entonces lamento haber sido tan aburrido, aunque no soy tan conversador como Nicolás o Teobaldo, espero reparar mi falta y ser mejor compañero, para que usted no se olvide de mi de ahora en adelante dijo riéndose al ver como mary se sonrojaba más y trataba de ocultar su sonrojo detrás de las partituras.

Mary: no es usted aburrido en lo absoluto, todo lo contrario, creo que la que lo aburrirá seré yo, no soy buena conversando me temo dijo sin mirar a Armand.

Armand: creo que me encantara averiguar cual de los dos es mas aburrido le dijo tendiéndole de nuevo el brazo y acompañándola para pagar la partitura que por supuesto fue pagada por mary quien rechazo que el pagara por ella, no lo sentía correcto y mas siendo de un caballero que apenas conocía, cuando salieron de la librería siguieron caminando por la plaza.

Armand: si no es muy atrevido de mi parte me gustaría preguntarle algo le dijo a mary.

Mary: puede preguntar lo que desee le respondió seriamente.

Armand: en realidad quería saber por que no bailo anoche con nadie, más específicamente con Nicolás es decir con el conde Abington, mary desvió la mirada sin responder aun a la pregunta.

Armand: no era mi intención incomodarla, y espero que él no allá echo algo que le causara disgusto dijo al ver como se había tensado su cuerpo.

Mary: no es eso, mucho menos fue por el conde Abington, él se portó como un caballero, es solo que jamás eh participado activamente en un baile, prefiero quedarme al margen, además mis habilidades son algo deficientes, no quería avergonzar a mi compañero dijo esto último más como para sí misma, siendo apenas escuchado por Armand quien levanto una ceja, mirando a mary más atentamente.

Armand: si me permite darle un consejo, la mejor forma de perder el miedo a algo es intentándolo, la próxima vez que alguien le pida bailar inténtelo, admita a su pareja que no se siente del todo preparada y pídale guia, le aseguro que ningún caballero se negara a complacer a tan dulce dama dijo sonriendo mas amablemente al ver la sorpresa en los ojos de mary cuando volteo a verlo.

dulce mariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora