El sábado siguiente fue un día muy frío. Las calles de la ciudad de Barcelona se encontraban heladas. Belen le prohibió a Aitana ir al centro comercial caminando. Y ella tenía la tarde ocupada con trabajo así que debieron hacer las compras en la mañana. Aitana no se contentó en absoluto con eso. Pero las opciones eran verlo sólo unos momentos, o no verlo. Belen sabía a la perfección que eso la molestaría, pero era preferible lidiar con un capricho a que Aitana enfermara. Además ir al centro comercial la ponía de buen humor. En unas horas simplemente olvidaría toda esa cuestión.
Cuando entró al local, Sebastian la miró sorprendido.
-Bonito suéter, te queda muy bien-le dijo
cuando estuvo frente a ella.
Aitana bajo la mirada. Llevaba un suéter de color gris y una bufanda de mismo color ese día debido al frío. Sebastian todos los sábados prestaba atención a cualquier cambio en la actitud de Aitana. Sea bueno o malo. Tenía razones para hacerlo. Pero hasta el momento las cosas no hacían más que mejorar.
-A juzgar por tu ropa deduzco que está haciendo mucho frío.
Aitana asintió. Pero ella misma se sorprendió y dijo rápidamente que si, corrigiendose. No acostumbraba a hablar con nadie que no fuera Sebastian, así que simplemente olvidó que le había pedido no responder con gestos corporales y lo hizo inconscientemente.
-Está bien -dijo sonriente sebas- no voy a demandarte por no responder con palabras. Con las demás personas sigues reemplazando con gestos tantas respuestas como puedas ¿No es así?
-Si.
-No lo hagas.
Aitana la miró atónita. Esas palabras en boca de cualquier otro podían sonar tan rudas. Pero con Sebastián no ocurría eso. El solo las decía de una manera tan tierna. Cómo si estuviera realmente interesado en ayudarla a ser mejor. Pero los favores eran cada vez más grandes. Le había obedecido en todo hasta el momento, pero no estaba segura de poder lograr lo que le pedía ésta vez.
-Solo nos vemos una vez a la semana. Es de esperarse que pierdas la costumbre de responder con tu voz. Si prácticas será más fácil. Confía en mí- le dijo con una cálida sonrisa
Aitana pensó que lo que Sebastian decía sonaba lógico. Y sobre todo le había pedido que confiara en el. No quería decepcionarlo. Era lo último que quería hacer.
-Lo intentaré -dijo aún algo dubitativa en su interior.
-Realmente lo aprecio -sonrió aún más- además estoy segura que no soy la única persona que se alegrará por eso.
La menor comprendió que Sebastian también pensaba en su familia. En como se alegrarían si ella hablaba con ellos. Pensó en la felicidad que eso podía provocarle a su mamá. Después de todo ella estaba siendo egoísta al no brindarle algo, sabiendo lo bien que eso le haría. Pero no era su intención privarla de esa felicidad. No era algo que hiciera apropósito. Pero lo intentaría. Intentaría devolverle algo del cariño recibido durante tantos años. Ella estaba lejos de ser la hija perfecta que una madre querría. Pero Belen siempre la amó, la mimó y fue paciente con ella. A los ojos de ella era perfecta de cierta forma. Lo menos que podía hacer era darle algo a cambio. Demostrarle su gratitud. Pensó en la gran persona que era Sebastian Preocuparse por la felicidad de personas que ni siquiera conocía en persona. Pensó en lo maravilloso que era por lograr hacerle entender. Ella debía esforzarse por mejorar. Nadie iba a hacer ese trabajo por ella. Fue como si los años de culpa cayeran sobre sus hombros como un balde de agua fría. Se había quedado mirando un punto en la nada. Pensando.
-Sebas -se escuchó la voz de Johanna.
Ambas salieron de sus pensamientos y la miraron.
-Si, ya voy-dijo el.
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la chica de los cd's (sebas y aitana)
Romancees una adaptación ( espero les guste 😁) ignoren mis errores ortográficos