CAPITULO 3: Cuenta regresiva.

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13 de Noviembre de 2020.                                                                                       6:33 p.m.

-¿Donde estás?- preguntó.

Me quedé callada 5 segundos, no sabía exactamente que responder, y me alejé un poco de Luz para que no escuchara si la situación se ponía mal.

-El Uber ya viene en camino, duraron mucho en aceptarme el viaje.

Apenas íbamos a ir a pedirlo.

-Nunca me dijiste a que hora ibas a volver.

-Ya voy para allá, no tardo.- Dije bajando un poco más la voz.

-Apúrate, ya esta anocheciendo.

Colgó.

Voltee a ver a Luz, y ya estaba levantando la cobija del suelo para doblarla y meterla a su mochila.

-¿Todo bien?-.preguntó un poco angustiada al ver mi expresión.

-Si, todo bien, ya debemos irnos.

Luz asintió y me dió la mano para acercarnos a la avenida.

Todavía le tengo un poco de pánico al hecho de estar afuera cuando es de noche, más si estaba sola, y aunque en ese momento estaba con Luz, sabía que no faltaba mucho para despedirme de ella.

Tuvimos que caminar varias manzanas para llegar a un punto donde hubiera más personas, porque el parque en el que estábamos, se encontraba completamente vacío, y preferimos pedir un Uber en una zona más transitada.

Luz iba a tratar de pedir el suyo, y encendió su teléfono, pero el ícono de la batería parpadeaba en rojo.

No contábamos con cargador disponible.

Teníamos que actuar lo más rápido posible.

-Esta bien, pedimos el tuyo primero, me avisas cuando llegues y luego yo pido el mío ¿está bien?-le dije tratando de buscar una solución.

-No, mejor, solo pídelo para que me acerque a la parada del transporte cerca de mi casa, de ahí puedo tomar un camión que me deje allá, así no tienes que esperar tanto.

Y tenía razón, de esperar a que llegara a su casa, tendría que hacerlo durante aproximadamente 40 minutos, y sabiendo que mamá daba por hecho que iba en camino, no me traería buenos resultados.

Abrí la aplicación e ingrese la dirección que Luz me indicaba, y al revisar la ruta, vi que realizaría un recorrido de máximo 20 minutos, la diferencia era notoria.

Pedí su afirmación para confirmar el viaje, lo hice, un conductor rápidamente lo tomó y ya venía al punto de encuentro.

Me sentí aliviada por un segundo de que fuera rápido, pero luego pensé en Luz, y recordé que de hoy dependía si tendría otra pronta cita con ella.

Ésta había sido la primera luego de tanto tiempo y sentía que lo estaba arruinando si perdía más oportunidades de vernos pronto, lo cual me dejó un poco pensativa.

Me acerqué a abrazarla mientras esperaba a que llegara su Uber, no quería despedirme de ella, no quería que se fuera otra vez.

Mis manos tocaban las suyas y las sostenían con fuerza, me recosté en su brazo y trate de no llorar, no sabía expresar el sentimiento que tenía en ese momento, era una especie de vacío, algo inexplicable para mí, porque ni siquiera yo sabía de donde venía, estaba temblando y mi corazón se aceleraba.

Mis pensamientos sobre verla alejarse de mí nuevamente no cesaban.

Y una lagrima brotó de mi mejilla.

20,000 versosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora