CAPÍTULO DOS

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HyukJae jaló a Jeno en su regazo y mientras Jeno charlaba acerca de sus últimas aventuras de Mario Dos en su Nintendo DS, HyukJae hizo las observaciones correspondientes en el momento adecuado. Pasó las manos por el cabello de Jeno y tomó su cuello. Asintió mientras Jeno le hablaba de comerciales para un nuevo juego y suavemente movió la camisa de su hijo a un lado para mirar a su hombro. Jeno se apartó de los dedos de HyukJae mientras se movían con cuidado a través de cuatro marcas rojas curvas un poco más de la parte superior del poco huesudo hombro de Jeno.

—No papá — dijo Jeno con el ceño fruncido.

—¿Qué pasó con tu hombro Jeno? —HyukJae movió la camisa hacia atrás sobre las marcas.

—Está bien. Sé que estuve mal — Las películas de dibujos animados de Jeno se volvieron sombrías.

—Tienes razón. No deberías haber dejado a tu cuidador e irte vagando por la tienda. Cualquier cosa podría haber sucedido. Sé que sabes desenvolverte alrededor, pero sabes que yo no podía soportarlo si algo te sucediera, ¿verdad? — HyukJae mantuvo su voz tranquila, aunque por dentro hervía, después de haber visto los signos que la mujer había puesto sobre su hijo.

—Lo siento papá. No lo haré de nuevo, lo prometo.

La cabeza de Jeno bajó y HyukJae sabía que era realmente lo sentía. Jeno era un buen chico, el mejor de hecho. Los dos hacían un par perfecto.

—Jeno, te perdono. Solo no hagas nada que pueda meterte en problemas. Necesito a mi mejor amigo para siempre, ¿verdad? —HyukJae empujó al niño cerca de su pecho y Jeno puso su cabeza en el hombro de HyukJae.

—Te amo papá —Jeno suspiró en el cuello de HyukJae y derritió su corazón.

—Yo también amigo. Ahora, dime algo —dijo HyukJae, enderezando a Jeno y mirando a esos ojos que eran tan parecidos a los suyos. Jeno asintió, esperando.

—¿De verdad te asusta Tawna? ¿Ella te ha dejado pensar esto antes? ¿Alguna vez te ha lastimado antes? Jeno ¿ella alguna vez te ha golpeado? —HyukJae contuvo el aliento. Había hecho las preguntas en voz baja, para no alarmar a Jeno, pero tenía que hacer un esfuerzo para relajar sus músculos fuertemente apretados mientras esperaba oír lo que Jeno diría.

—Tengo miedo de contestar. No quiero que te enfades — admitió Jeno.

—¿Alguna vez te he hecho algo cuando estaba enfadado? Jeno, tu no tienes miedo de mí, ¿verdad? —HyukJae nunca había concebido tal cosa.

—No papá. Nunca me hiciste daño. Pero ella me dijo, quiero decir, ella dijo... — Jeno agachó de nuevo la cabeza.

HyukJae puso un dedo en la barbilla de Jeno y alzó la cara para poder ver esos ojos de nuevo. Esperó a Jeno que terminara sin presionarlo más.

—Ella me dijo que mejor no te dijera nada malo de ella.

—¿De qué tipo de cosas está hablando ella? —Preguntó HyukJae. —¿Qué hace ella? Se supone que se asegura de que tengas mucho que hacer, mucho que comer y responder a cualquier pregunta que tengas —HyukJae pasó una mano por el cabello de Jeno. —Entonces, ¿qué es lo que ella quería que tú callaras? Puedes decirme. No vas a tener problemas —HyukJae abrazó a Jeno acercándolo de nuevo, pensando que podría hacer más fácil para el niño que respondiera.

—Ella no me gusta. Me llama mocoso todo el tiempo y me dice que soy un dolor en el... uh, ella dice esto papá, no yo. Ella dice que soy un dolor en el culo y que mejor no la moleste, ni haga ruido, ni nada. Ella tiene ojos realmente malvados cuando me habla —Jeno yacía inmóvil sobre el pecho de HyukJae, con la cabeza sobre el hombro de HyukJae. Llegó con su pequeña mano, tocó la cara de HyukJae y le susurró —Creo que a ella le gustas.

ALGO PARA SANTA [EUNHAE / ADAPTACIÓN]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt