-¡Parece realmente salido de una historieta, una historia increible, algo inimaginable! ¡Columpiandose por los edificios llegó y atrapó en segundos a un bandido! ¡Los Angeles tienen un verdadero Spider-man!
Los personajes no me pertenecen, pero todo...
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"Un capitán nuevo va a venir" leyó el mensaje que le había enviado su nueva amiga, mientras se balanceaba por la ciudad, comiendo un cupcake que le había regalado luego de bajar a su gato de un árbol.
"Viene desde Brooklyn y dice tener experiencia" siguió leyendo.
─Debe de ser un abuelo. ─Se rio.
Llegó hasta un callejón, donde muy deprisa, se quitó la mascara y colocó la sudadera de su institución, ocultando la camiseta roja que utilizaba para hacer de héroe.
Terminó su cupcake y partió hasta su siguiente parada, la casa Waybright.
Sasha las había invitado a pasar la tarde y quedarse a dormir allí, era viernes y su madre había salido hasta el sábado por la noche por temas laborales, dejándole su enorme mansión sola.
Siguió su conversación con Yunan, quien ahora solo le hablaba de lo hermosa que era su pareja y lo cool que era tener una relación "prohibida".
Sonrió ante el amor que le tenía a la chica, diciéndole que hablarían luego.
Guardo su teléfono y tocó el timbre de la casa, esperando a ser recibida, luego de una larga tarde de patear unos cuantos traseros y hacer de ayudante domiciliario a una que otra abuelita que necesitaba que corten su césped.
Cierta rubia fue quien abrió, abrazándola con cariño.
─¡Marbles!
Marcy se sonrojó ante el repentino contacto, compartiéndoselo también a Sasha, que se separó en cuanto notó esto.
─Ujum, ─carraspeó.─ ¿Cómo estas?
─Bien, supongo. ─Se rascó la nuca con nerviosismo.─ ¿Tú?
─Bien. ─Se quedaron un momento en silencio, hasta que Sasha habló.─ Pasa, Anne está adentro.
Ella asintió y entró al hogar, encontrándose a la castaña en el sofá de la sala viendo una película de romance, seguramente petición de la rubia.
─Oh, Marmar, llegas en la mejor parte. ─Sonrió, indicándole que se siente junto a ella, ofreciéndole frituras.
Se sentó en medio del sofá, dejándole un lugar a Sasha junto a ella.
La película en si, no era muy entretenida que digamos, una típica película plagada de clichés, bastante aburrida y predecible para su gusto, por lo que el aburrimiento y su cansancio físico se juntaron haciendo que se duerma sobre el hombro de la morena, quien solo sonrió y la arropó con la manta que ella tenía para si misma.
