Capitulo 4.- Sentimientos

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Una vez que llegó la hora de dormir, todos se prepararon para descansar. Algunos durmieron en la sala, mientras que otros decidieron dormir en mi cuarto. Sin embargo, los únicos que eligieron dormir en mi cuarto conmigo fueron Bakugou y Eitther.

Alrededor de las dos de la mañana, me desperté y noté que la ventana que daba al tejado estaba abierta. Decidí asomarme y vi a Eitther sentado en el tejado, abrazando sus piernas mientras miraba el cielo. Me uní a él.

"Ey, ¿qué haces despierto?", pregunté mientras me sentaba a su lado.

"Tuve un mal sueño... y no quería que mis poderes se descontrolaran", respondió Eitther, mirando al cielo antes de voltear a mirarme.

"Oh... Tranquilo, lo entiendo", le dije, ofreciéndole una pequeña sonrisa. "Me sorprendió la confesión que hiciste hoy..."

"En serio?... Jaja, pensé que se me notaba mucho que me gusta el pito", dijo Eitther, lo cual me hizo reír, pero traté de contenerme para no hacerlo muy fuerte.

"Entonces... ¿Cómo lo supiste?", pregunté intrigado.

Eitther me miró con una sonrisa y respondió: "Pues... Es algo claro de ver... Simplemente que a veces uno no lo quiere aceptar. Como dijo Mineta, me llevo excelente con las chicas, me parecen lindas, pero no estoy interesado en ellas románticamente". Hizo una breve pausa. "Me di cuenta de que me gustaban los chicos, un chico al cual yo pensé que le tenía admiración, o al menos eso creía. Cuando me di cuenta, mi corazón se sentía extraño y acelerado al estar con él. Aunque siempre trato de actuar normal, o al menos lo que es mi actuar normal".

Lo miré con atención mientras procesaba sus palabras. "Entiendo lo que dices... A veces, el corazón nos lleva a lugares inesperados", le dije con sinceridad. "Estoy contento de que hayas sido honesto con nosotros, Eitther. Eres nuestro amigo, y eso no cambiará por algo así".

"Es bueno saberlo..." -Eitther me sonrió y después, juguetón, me dio un pequeño empujón. "¿Y por qué esa curiosidad?"

No supe qué responder. La verdad es que no sabía por qué me estaba cuestionando tanto el hecho de que me podría gustar un chico. Sentí un nudo en el estómago, pero intenté mantener una sonrisa en mi rostro.

"Es solo que... nunca me había detenido a pensar en eso antes", admití, buscando las palabras adecuadas. "Quiero decir, he admirado a Bakugou por su fuerza y determinación, pero eso no significa que me guste de esa manera. Es solo que... hoy, cuando Mineta nos preguntó sobre nuestras preferencias, me di cuenta de que nunca había considerado la posibilidad de sentir algo así".

Eitther asintió comprensivo. "Es normal cuestionarse a uno mismo, especialmente cuando se trata de sentimientos. A veces, las cosas pueden ser confusas y lleva tiempo entender nuestros propios corazones".

"Tienes razón", suspiré, sintiéndome aliviado por su comprensión. "Creo que necesito un poco más de tiempo para pensar en todo esto. No quiero forzarme a sentir algo que no siento o a negar algo que sí siento".

Eitther sonrió amablemente. "Eso es muy sabio, Kirishima. No tienes que apresurarte en descubrir tus sentimientos. Lo más importante es que seas honesto contigo mismo y sigas siendo tú mismo".

"Gracias, Eitther", le dije sinceramente. "Es bueno tener a alguien con quien hablar de esto".

"No hay problema. Estoy aquí para escucharte siempre que lo necesites", respondió Eitther con una sonrisa cálida.

Nos quedamos un rato más en el tejado, disfrutando de la tranquilidad de la noche y compartiendo pensamientos y experiencias. Poco a poco, la confusión que sentía se disipaba, y me sentía más tranquilo y en paz conmigo mismo.

¿Cómo se siente estar enamorado? //Kiribaku//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora