•[Gay/Furry] ~ Solo un paso...•

•Capítulo 21•

Dylan...

No pudo pegar el ojo en lo que va de la noche.

El felino solo estaba dando vueltas en el sofá cama en la sala de Raymond en completa soledad, y es que desde que dijeron que era momento de dormir y descansar para mañana, solo pudo dormir plácidamente 2 horas para luego no poder volver a cerrar los ojos y dejar que su cuerpo descanse con gozo.

Y no solamente eso, ya saben que la soledad y el silencio son buenos amantes los cuales engendran algo que siempre pasa y son algo llamado...

Pensamientos.

Junto con su primo cercano, recuerdos de media noche o madrugada, dependiendo de la hora que sea eso sí.

Pues el felino viendo hacia el techo con solo la luz de la luna a través de la ventana, nadaba en sus recuerdos recordando pasos, momentos, donde inevitablemente el gorila era participe de muchos de ellos en sus recientes vivencias cosa que le hacia sonreír...

Y en ese camino del recuerdo, uno en específico llegó a su mente y fue uno en cierta fiesta alocada que terminó en una comida de labios de parte del gorila, esa noche donde se pasaron de tragos y de la buena vibra, noche donde Dylan casi pasa a mejor vida directo hacia el cielo.

El felino sonrió no más el recuerdo se mostró en su mente.

"Y el tema de ese beso no se volvió a tocar" pensó para sí mismo y es que sí, lo último que supo fue que Raymond indagó sobre lo que había pasado esa noche, no recordaba mucho ya que el alcohol hizo de las suyas con su mente, Galina y Stef tuvieron al gorila indagándoles más a fondo, pero hasta ahí llego el tema, inclusive Melissa estaba, pero al parecer tampoco había presenciado o bueno, no recordaba como la mayoría.

Dylan soltó un suspiro, sí que sería bueno repetir ese beso tan lindo que tuvieron, solo que de manera consciente y cargado con todo lo que el felino siente, reclamar esos labios del gorila como suyos finalmente.

"Hmmmm ya comenzó mi imaginación a volar diosssss" Se dijo así mismo en silencio mientras daba unas cuantas vueltas más en el sofá cama, escenarios de miles de besos románticos con Ray comenzaron a pasar por su mente, de bellos futuros imaginarios con el gorila dándose azúcar.

El felino se sentó y calmó sus arrebatos imaginarios respirando y exhalando profundamente, otra vez observando la sala completamente oscura como manera de distracción hasta que sus ojos percibieron su maleta que estaba en una silla al lado de donde estaba acostado.

Sin duda tomó la iniciativa de tomar su laptop de su mochila, para recostarse bien cómodo en el sofá cama, prender su computador, buscar ágilmente dicho documento donde estaba escribiendo su más reciente carta... La carta de la declaración.

Y guiado por dichos pensamientos, recuerdos y sus imaginaciones dejo que sus dedos comenzaran a escribir una especie de mar de ideas sobre cómo complementar y terminar dicha carta, ya luego vera que puede usar de ahí y que no.