Underworld Rise of the Clans - Libro 3 - [Supercorp AU and more shipps]

Capítulo 5: La otra cara de la historia

Obs.: Hola gente, estoy a full con el laburo y lo puedo actualizar tanto como deseo, tenganme paciencia, ahora les traigo este cap que ya tenía preparado para no dejarles sin actualización, espero que lo disfruten.

PARTE 1/2

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Hungría - 1391 D.C.

Pov. Op.

La oscura noche combinada con el ambiente hostil de la temporada más fría del año hacían del lugar una fortaleza casi impenetrable, solo algunos de los más fieros e intrépidos seres humanos habían elegido el lugar para echar raíces y hacer del lugar su hogar. De entre los escasos habitantes una familia se hallaba dichosa, pues pronto recibirían a sus próximos nuevos integrantes, pues la matriarca se hallaba en plena labor de parto.

Con sudoraciones, gritos desgarradores y aliento por parte de la partera de la pequeña comunidad, la medianoche se hizo eco de un primer llanto que denotaba la llegada de una nueva vida para luego momentos después surgir un segundo que daba a conocer que no solo una vida había dado su primera bocanada de aire, si no dos.

— Son dos niñas fuertes. — la matrona se hizo presente en la pequeña sala de la cabaña para dar las buenas nuevas al padre y a la niña de tan solo tres años que aguardaba junto a su padre noticias sobre su madre y futuras hermanas —

— Puedo verlas. —el patriarca con clara emoción realizó la pregunta, pues se hallaba más que ansioso por ver a su esposa a sus hijas recién nacidas —

— Quiero ir contigo papi. —compartiendo el sentimiento de su progenitor —

— Ahora no cariño, tu mami y tu hermanas deben estar cansadas, mañana podrás verlas. —bajando ahora a la mayor de sus hijas en suelo para luego utilizar un tono dulce con el fin de persuadir a su primogenita de postergar dichos planes —

— Está bien. —un tanto triste por la respuesta —

— Vaya, me quedaré con la pequeña Morgause. —tomando a la pequeña en brazos —

— Gracias. —asintiendo con la cabeza para luego dejar ver una leve sonrisa nerviosa —

El hombre, que se dedicaba al noble trabajo de la herrería fue hasta la puerta que dividía ambos ambientes y con sumo cuidado deslizó el picaporte de la puerta para finalmente empujarla y hacerse dentro de la habitación principal.

— Son hermosas.... — con una gran sonrisa a pesar del esfuerzo realizado, observando a sus pequeñas que se hallaban dormidas plácidamente en cada brazo—

— Porque son iguales a su madre. —el nuevamente padre se acercó a pasos lentos como no queriendo quebrantar la paz recién establecida hasta quedar a escasos centímetros del lecho —