Capítulo 8: Una nueva amenaza

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Obs.: Buenas, no quería dejarles sin actulización por este fin de semana, espero que les guste.

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Pov. Lena

Las mañanas eran tranquilas, solo el sonido de los pájaros y del viento se sentía en el ambiente, jamás me había tomado el tiempo ni la oportunidad de relajarme y poder apreciar la tranquilidad del silencio o de un amanecer o atardecer en más de seis siglos, era en verdad gratificante, inclusive disfrutaba de los juego y de la compañía de la mascota de Kara, hasta me había hecho de tiempo para según Kara darle un nuevo estilo a nuestra casa, ella contribuyó con un jardín, diciendo que una casa sin jardín era un lycan sin su mate, es decir una casa incompleta y como siempre solo me resto ceder, ya que mi novia y su carita de el gato con botas eran constantemente un arma letal para mi fuerza de voluntad.

— ¡Oye! saco de pulgas ven aquí! devuélveme mi libro!— y mi tranquilidad se iba por un tubo—

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¡Oye! saco de pulgas ven aquí! devuélveme mi libro!— y mi tranquilidad se iba por un tubo—

Pero el caos también era parte de mi rutina, especialmente cuando el saco de pelos de Krypto le daba por tomar mis cosas y correr con ellos, haciendo que lo persiguiera por toda la casa feliz de hacerme de sacarme de mis casillas, no sabía que tenía ese perro conmigo, pero siempre buscaba molestarme y siempre lo terminaba acorralando para recuperar lo que me pertenecía, nadie se mete conmigo.

Devuélvemelo...ahora. —intimandolo, aunque parecía inmune a los mismos en muchas ocasiones, pero no en esta—

Recuperé mi posesión más preciada, el cual era los libros que Kara me conseguía del pueblo, una vez estuvo sumamente feliz cuando encontró la saga de Harry Potter y el Señor de los anillos. Kara se encargó de hacer un portico y luego hacer un sillon colgante, contándome la historia en la casa donde se crió su papá le había hecho uno a su mamá para que todas las mañanas y las tardes ella pudiese tomar su café y leer su libro, lo cual me pareció tierno y ahora ella hacía lo mismo para mi, lo cual me pareció un gesto dulce y romántico de su parte.

Ahhh, no, tu y yo no compartiremos espacio después de lo que hiciste, cosa peluda...no, no mires así, puede que con tu madre caiga, pero contigo no, de ninguna manera, jamás. —retome mi lectura y por un tiempo estuve en completa paz, hasta que sentí la penetrante mirada de alguien sobre mi, baje el libro y frente a mí tenía a la cosa peluda observandome fijamente para luego cambiar a la misma pose que Kara cuando quiere convencerme, pero ese chantaje no tendría efecto en mí, eso jamás—

Dos minutos después...

Está bien, puedes subirte, pero solo por esta vez, ni te acostumbres...del otro lado, ni si te ocurra venir junto a mi, es mi última palabra. —maldición, Kara seguro le enseñó el truco, malditas caras del gato con botas a mala hora tuvieron que aprender esas mañas—

Underworld Rise of the Clans - Libro 3 - [Supercorp AU and more shipps]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora