𝐔𝐍 𝐑𝐄𝐄𝐍𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐑𝐎 𝐄𝐍 𝐄𝐋 2019 || 𝐅𝐈𝐕𝐄 𝐇𝐀𝐑𝐆𝐑𝐄𝐄𝐕𝐄𝐒

🐦Lleno de luz🐦

Narra Jane

Le expliqué más a detalle a Klaus lo que era la paradoja del abuelo, pareció entender pero creo que en realidad quedó aún más confundido.

Nos fuimos a la parte de arriba del bar, que era una sala con mesas de billar para poder tratar de resolver esto.

- No entiendo nada.- dijo Diego.

- Que raro.- Allison dijo sarcásticamente, siento que no está bien, algo tuvo que ocurrir.

- A ver, alguien mató a nuestras madres, por lo que no deberíamos de existir pero si existimos y el universo no lo acepta, lo cual es malo.- simplificó Viktor.

- Muy, pero muy malo.

- Demasiado.- susurré.

Por lo que entiendo, Stan, el hijo de Diego y Lila estaba dando patadas al aire mientras tenía un palo de billar.

- ¡Stanley! ¡No es momento de hacer karate! ¿Ok?- regañó su papá.

- Mamá dijo que debo practicar.

- Bueno, es cierto. Eres torpe.

- ¡Pero te salvé el trasero!

- Okey esperen, Cinco, causamos una paradoja, pero ¿Que es?- dijo Allison un tanto fastidiada.

- Es complicado, solo hay teorías de esto.

- Si, y esto nunca había pasado hasta ahora. Las probabilidades eran casi nulas- dije.

- Pero desaparecen cosas.- dijo Cinco.

- ¿Que cosas?- dijo Viktor tratando de entender.

- ¿Ahora? Langostas.

- Un montón de vacas.

- El perro de Chet.- dije mirando a la nada, con la vista perdida en la mesa de billar.

- Pero presiento que es solo el comienzo.

- ¿Presientes? ¿No te retiraste?

- Créeme que quiero eso.

- ¡No puedes hacernos pasar por otro infierno solo porque presientes que el apocalipsis está cerca y pretendes que lidiemos con todo eso! ¡No eres el jefe!

- Bien, soy el mensajero y les digo que algo terrible se acerca.

- Entonces, ataquemos a los Sparrow, tomemos el maletín y volvamos.

- El tiempo es relativo y no se puede manipular tan fácilmente...— suspiré.— Nadie va a atacar a nadie, lo que menos queremos son más problemas.- dije refiriéndome a que no atacarían a los Sparrow.

- No hay a dónde volver Allison, acéptalo.- dijo Cinco.

Enseguida un ruido de palos cayéndose hizo que dejara de ver la mesa y dirigir mi vista hacia Stan.

- ¡Se acabó! ¡Se lo diré a tu mamá!- dijo Diego amenazando a su hijo, pero parece que ser padre le está costando más de lo que parecía.

- ¿Dónde está Lila?

- En el baño, le dije que se podía quedar.

- ¿Puedes quedarte con ellos? Necesito hablar de esto con Lila.- me dijo Cinco en un susurro.

- Está bien, no tenemos tiempo para sus combates, por favor no hagan nada estúpido- le dije y se fue tomando su taza de café.

- ¿A dónde vas Cinco?

- A hablar con alguien que al menos entiendo la mitad de lo que digo.

- No Cinco, no te vayas.- dijo Klaus.