𝐒𝐈𝐗𝐓𝐄𝐄𝐍

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24 de diciembre
Víspera navideña.
18:30.

Tras el susto del día anterior, Xiara se pasó la tarde durmiendo, buscando curar y recuperar su cuerpo por completo para estar lista y perfecta los días siguientes, la final, la navidad es una de las épocas más importantes de año para ella.

Se levanta de su siesta, que tras lo sucedido las últimas semanas, se ha vuelto obligatoria.
Abre las cortinas y recoge la habitación con calma, dejando la cama hecha y todo limpio para poder envolver los regalos.
Saca de dentro de su armario una caja y de ella todos lo que va a poner bajo el árbol. No se complica mucho, con un hechizo pone los regalos a envolverse solos y por otro lado ella se va duchando y preparando para la noche.
No son antes poner pestillo en la puerta de la habitación.

No seria el primer año que Richard y Wally se cuelan en su habitación para cotillear.

Al meterse en la ducha le empieza a doler mucho la cabeza. No le da demasiada importancia, cuando usa magia es normal que le  ocurra, aunque nunca con esa intensidad.
Se empieza a lavar el pelo.

"Brooke"

Apaga la ducha, ha escuchado una voz, pero no sabe si ha sido el ruido del agua y su imaginación o una voz real.

Al no oír nada, vuelve a su baño.
Continúa canturreando con la canción que ha puesto de fondo mientras se aclara la cabeza sin prisa.

"Brooke"

De nuevo esa voz, apaga todo otra vez. No es gracioso, pero igual es algún golpe en la habitación.
Enciende la ducha y termina de enjabonar y aclararse el cuerpo.
Sale despacio, se enrolla en la toalla y al abrir la puerta para pasar a la habitación le atraviesa una corriente de aire helado.

La ventana está abierta de par en par, en seguida corre a cerrarla para no helarse.
Pone el seguro y cierra las cortinas.

— No me he dejado la ventana abierta... — Murmura mientras cierra las cortinas del todo.
Se gira, recoge lo de los regalos y se seca con cuidado.
Coge la ropa, algo sencillo, unos pantalones oscuros de traje y una jersey lavanda. Se mira al espero y comienza a secarse el pelo.

—Brooke— Una voz femenina suena tras ella. La está llamando, sin embargo no hay nadie.

Esa vez es más claro, lo ha escuchado y entendido como si lo tuviera allí de verdad. Se gira y busca pero no ve nada.
Suspira con molestia y sube el volumen de la música un poco en lo que termina de preparar su pelo.
Recoge el baño y los regalos. Tras esto los baja al árbol y ya allí se da cuenta de que Dick ya ha dejado los suyos. No puede suprimir  la sonrisa que le sale al ver su nombre en una de las tarjetas.

Eso le suscita la duda. ¿Son pareja ahora? Dick no se lo ha pedido, pero se han estado besando, ¿eso los convierte en pareja oficialmente?

Mira la hora, se le ha ido el tiempo de las manos, en seguida llegarán los invitados a la cena.
Tras pensar en ello suena el timbre. Al abrir le da la bienvenida al capitán Gordon y a su hija, Bárbara. Ellas se saludan con normalidad, pero es consciente de que Dick le debe una explicación a la pelirroja y eso de alguna manera tensa a Xiara.

Cierra la puerta tras ellos y respira hondo, será una noche larga.

Sube a la habitación del azabache. Pica la puerta y aunque no suena nada dentro, ella decide pasar y esperarle en la cama.
Esta en la ducha, la escucha y también escucha a su amigo cantando.
Roba uno de los comics que tiene en la mesita de noche para ojearlo mientras espera.

Minutos más tarde y aún canturreando, sale el adolescente del baño en calzoncillos. Se gira y al verla pega un pequeño salto.

— ¿Qué haces aquí? ¿Querías verme desnudo o algo? — Bromea sin vergüenza a pesar de estar en ropa interior, sin embargo Xiara está mucho más centrada en otra cosa.
No puede quitarle los ojos de encima al cuerpo de Dick.
Tampoco es la primera vez que le pasa, pero es algo que no puede evitar.
No sólo le aparece atractivo. Xiara es una adolescente en su etapa más hormonal y no puede evitar sentir muchas cosas al ver a Dick en ropa interior.

— Al parecer si que querías verme desnudo — Ríe el azabache al ver el claro sonrojo de su amiga.

— No es eso...eso no tiene nada que ver — Le mira a los ojos y vuelve a bajar su mirada.
Mira sus labios, no deja de pensar en que solo quiere besarle.
Continúa bajando, recorriendo todo su cuerpo con la vista y sin quererlo para en el bóxer.
Le mata la curiosidad y lo que no es la curiosidad. No es momento, pero no puede evitar pensar que por eso mismo quiere hacerlo.

— Bueno y si tiene que ver tampoco pasa nada — Levanta la cabeza de Xiara por el mentón. Obliga a que sus ojos conecten y de ahí baja la vista a sus labios con la intención de que ella sepa y sienta que va a besarla.
Lo hace. Lenta pero intensamente.
En seguida se queda enganchada del beso.
Su cerebro está completamente embobado con la versión lasciva de su mejor amigo y por mucho que haya imaginado este momento leyendo libros, nunca había imaginado que se sentiría tan bien.

Apoya las manos en sus hombros y con algo de vergüenza sube una a su nuca sin querer que el chico se separe de sus labios. La otra, desde el hombro del azabache, baja lentamente por su brazo, queriendo sentir su piel.
Nada que ver con cogerle la mano tiene el tocarle de esa forma.
Dick se recuesta suavemente sobre ella, acercándose más y tumbandola sobre la cama. En eso se separa de sus labios despacio, disfrutado el beso pero sabiendo que tiene que quedarse ahí por mucho que quiera seguir.

— Creo que no es buen momento para empezar esto, hay gente en casa... — Aun así, tras decir esto baja los labios a su cuello despacio con una sonrisa, respirando su perfume y notando como se le pone la piel de gallina.
Para sin previo aviso, se levanta y se empieza a vestir.
La chica, sintiendo todo su cuerpo extraño y acalorado, tan solo se sienta y le mira. No sabe que decir ni como reaccionar.
Pero en eso escucha la voz de Bárbara escaleras a bajo. Se recompone y sale avergonzada de la habitación aunque sin poder borrar la sonrisa de su cara.

Se acomoda el pelo y baja las escaleras para entablar conversación con los invitados. Sin embargo su cerebro tan solo tiene una idea en mente y es la de Dick sobre ella, de nuevo, besándola.

𝐃𝐀𝐑𝐊𝐍𝐄𝐒𝐒 - ʀᴏʙɪɴ/ᴅɪᴄᴋ ɢʀᴀʏsᴏɴ {#ᴅ1} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora