𝐃𝐀𝐑𝐊𝐍𝐄𝐒𝐒 - ʀᴏʙɪɴ/ᴅɪᴄᴋ ɢʀᴀʏsᴏɴ {#ᴅ1}

𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓

Bárbara llega a paso tranquilo a la cafetería en la que ha acordado encontrarse con el azabache. No puede negar sus nervios pero tampoco su desconfianza.
Es la tercera vez que queda con Richard y será la última si no se llega a presentar; al menos eso es lo que piensa la pelirroja mientras mira el reloj.
Ya de por sí ha llegado 20 minutos tarde esperando darle un escarmiento al chico, sin embargo al llegar se ha encontrado con que él aún no había llegado.

- ¿Le pongo algo, señorita? - Un camarero alto y delgado se acerca a la adolescente con una libreta y un boli listos para apuntar la orden.

- Un batido de chocolate por favor - Amablemente trata de disimular su nerviosismo, no sabe ni ella por qué trata de esconderlo pero lo hace.

No quiere reconocerse que desea que Dick le pida salir. No quiere por el simple hecho de que sabe que no está enamorado de ella.
Sabe que él está loco por otra persona desde hace años. Tan enamorado que ni sabe que lo está.

Suspira y justo el joven apoya el batido sobre la mesa delante de ella.
"gracias"

Vuelve a su diálogo interno mientras juguetea con la pajita.
Tan solo espera que se digne a aparecer en algún momento y le pida perdón siendo sincero.
Que le diga que es a ella a quien quiere y que todas sus dudas son infundadas, que Xiara tan solo es una hermana y nada más, que no ve más allá de eso en ella.

Pero el tiempo pasa y está cada vez más segura de que se ha vuelto a olvidar de su cita.
Se termina el batido con calma, mucha calma, todo sea por darle tiempo al chico para aparecer. Piensa en pedirse otro batido pero mira la hora y suspira.

"Diez y media"

El local está a punto de cerrar así que deja el dinero, se levanta y sale. Es en cuanto pasa la puerta que se encuentra con Richard.
Está agitado y se nota que ha ido corriendo; sorprendente porque cuenta con todo Wayne entrerprises para movilizarse.

Para hacerse una agenda y no olvidar los compromisos también.

- Bárbara, he llegado...- Intenta ser amable, sonreír o que la chica sonría, pero sabe que la ha cagado. Sabe que seguramente no tenga arreglo y que no le vuelva a dar otra oportunidad.

No se la merece.

- Si, otra vez, una hora tarde - La chica con semblante serio continua caminando hacia su casa. Quiere hablar pero a la vez no porque sabe que con dos palabras de Richard es capaz de derretirse y perdonarle todo.

- Pero mejor tarde que nunca ¿No? - Trata de bromear yendo tras ella pero no surte efecto, ya es muy tarde para chistes.

- No Dick, esta vez no, esta vez no es mejor - Para en seco y se gira para mirar al muchacho, quiere seguir con la broma pero está demasiado dolida, aún así lo intenta. - Mira si tienes algún tipo de alergia a las responsabilidades...

- ¿Qué? No no, Bárbara, espera - Intenta acercarse a ella pero no sé lo permite, por cada paso que él da, ella se aleja dos. -En serio quería venir, de verdad, solo que -

-Solo que se te olvidó, otra vez - Es capaz de terminar la frase con la certeza de que eso era lo que le iba a decir. No se equivoca. - Mira Richard, no voy a pensar mal de ti más allá de que eres un inmaduro y que no me merezco esto, no te preocupes.

- No, Babs, espera, en serio, si quería venir contigo - No miente, claro que quiere ir con ella, sin embargo no es la respuesta ni la frase que la pelirroja espera oír.

- ¿Seguro? Porque es la tercera vez, Dick, la tercera que me dejas plantada y no en un plazo de un mes o dos, en una semana ¡Una puta semana! -Esta furiosa, aunque en realidad es rabia desencadenada por la pena. Esta tan triste de no poder oír un te quiero de su parte. Igual es pedirle demasiado a alguien. - Si eso es querer estar con alguien, menos mal que ya no quiero estar contigo

- Pero Babs... en serio me gustas

- No Richard, no te confundas, una cosa es que te guste estar conmigo y otra es que te guste yo - Suspira y se pasa las manos por el pelo buscando desestresarse y pensar con claridad - Para saber si alguien te gusta primero debes aclarar tu cerebro, que por como te has estado comportando, veo que lo tienes jodido. - De nuevo retrocede un par de pasos para reanudar la marcha, pero no lo hace, la conversación continúa, por ende su presencia también - Cuando sepas que es lo que quieres, llámame y estaré dispuesta a ayudarte.

- No te estoy entendiendo

- Oh vamos Dick, me vas a decir que no lo sabes ¿En serio? - Con cada palabra siente que odia más a Richard, no porque lo haga en serio, porque de verdad no es malo y lo que hace es de inconsciente- No es de mi de quien estás enamorado, es de Xiara. -Suelta una risa nerviosa, obviamente irritada - No te culpo, es maravillosa, pero date cuenta antes de que se te pase el tren.

- Bárbara, no estoy confundido, no se porqué todos dicen eso, yo sé lo que quiero - Trata de coger su mano pero lo rechaza- Bárbara si quiero salir contigo y si quiero tener citas.

Lo está alejando de ella y eso a él le duele, no está entendiendo nada más allá de que se acabó con la chica.
Todas sus oportunidades se esfumaron o más bien el las mató.
¿Fue sin querer?

- Yo no te digo que no me quieras, pero el amor que sientes por mí no es el que tú te piensas y debes darte cuenta porque yo no merezco que alguien juegue conmigo de esta manera. A mí me hace daño porque si me gustas - Intenta no llorar pero su voz se quiebra, es su señal para volver a andar. Así lo hace, se da la vuelta para continuar con su camino no sin antes terminar de hablar- Me gustas mucho pero no me voy a quedar esperando a que un día te des cuenta de cuánto valgo, no soy así. No voy a tener quince toda la vida y tú tampoco.

- Mierda, Babs... - No sabe que decir ni como disculparse. Se siente horrible pero es consciente de que eso no va a hacer que su amiga se sienta mejor.

Nada va a conseguir que Bárbara Gordon se sienta mejor.

- Cuídate Dick, ya nos veremos - La adolescente da por cerrada la conversación y continúa andando hacia su casa. Cuando está segura de que Richard está lejos y no es capaz de verla se echa a llorar.
Llora con ganas y llora todo lo que lleva dentro. Al final es una niña con el corazón roto. Lo que ella no sabe es que el azabache si la está viendo, pero desde una azotea con su traje de Robin. Ahora la culpa pesa sobre sus hombros más que nunca y entiende que es momento de empezar a resolver dudas y problemas uno a uno. Empezando por Xiara.