Guardo el celular en el bolsillo trasero de mi pantalón, lleno mis pulmones de aire para no arrepentirme de lo que estoy a punto de hacer e introduzco la llave en la perilla de la puerta.
Cuando salgo veo a un Alfred sonriendo como idiota con el celular entre manos.
-¡Jaz!
-¿Cuánto bebiste? -cuestiono e ignoro su saludo.
-Ven, vamos -jala de mi brazo y cuando me doy cuenta vamos en medio de la calle.
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Hey, crush.
Short StorySupongo que debes empezar a sentirte importante puesto que llegaste a mi vida en un momento en el que necesitaba sobre alguien a quién escribir y sin que te enteres serás el protagonista.