Madre española y padre coreano.
He vivido en una familia – si podemos llamarlo de esa forma – que no responde muy bien a su papel dentro de esta. Aunque eso no siempre fue así.
Recuerdo que, cuando era pequeña, mis padres y yo estábamos muy unidos. Éramos una familia normal llena de amor y felicidad. Una gran sonrisa decoraba mi cara cada día al amanecer.
Pero todo aquello cambió cuando yo tenía nueve años y ella colapsó de repente.
Mi madre siempre estaba enferma, pero nunca lo mostró. Fue a partir de mis nueve años cuando yo era la que tenía que cumplir su papel: cuidarla, estar atenta a ella y atender a todas sus necesidades. Había un tumor en su cuerpo que la consumía poco a poco mientras, lo único que ella podía hacer era permanecer en aquella cama tumbada y viendo como su hija intentaba hacer lo posible para que todo siguiera su curso.
Por otra parte, mi padre, Lee Hyun Sung, la mayor parte de su vida la ha pasado en Corea. Desde que cumplí los diez años de edad, el poco contacto que llegábamos a tener era a través de video llamadas y algún que otro mensaje.
CEO de una de las grandes y más importantes discográficas del momento en Corea del Sur, el trabajo era lo más importante para él. Incluso más que su propia familia.
Y aquello se dio a notar cuando el estado de salud de mi madre cayó en picado. Su vida terminaba y, con ella, mi ilusión y alegría.
Recuerdo aquel día como uno de lo más tormentosos para mí.
Era una lluviosa noche de noviembre – muy cliché, ¿verdad? Pues era la realidad – se acercaba mi cumpleaños, pero este nunca se celebró.
Los últimos segundos de vida de mi madre los pasó con angustia y dolor mientras, con mi mano derecha sostenía con cuidado y cariño la suya.
- Vive bien, cuida de los que te rodean. No permitas que nadie te dañe y, sobre todo, no dejes de sonreír.
Fue con aquellas palabras que mi madre me dejó con el último suspiro de su corazón.
Aquel día lloré y lloré mientras maldecía a mi padre una y otra vez por no estar aquí con nosotras, por no despedirse de mi madre. De su esposa.
Pero ya no se podía hacer nada al respecto, pues odiarle no devolvería a mi madre.
Entrar en casa fue lo más duro para mí.
Ese lugar que antes desbordaba calidez y amor, ahora solo eran cuatro paredes frías y llenas de soledad. Incluso cada paso que daba creaba eco recordándome que ahora tendría que continuar mi camino sin nadie más.
Sola.
Pocos días después, aquella silueta grande y con un poco de sobrepeso apareció ondeando su pequeña melena oscura que caía sobre la estructura de las gafas mientras, con su mano derecha, sostenía unos documentos.
- Hija, al fin pude hacer el papeleo por tu cambio de nacionalidad. Te vienes a vivir a Corea.
Ni un "Hola hija, ¿cómo estás?".
Nada.
Simplemente se presentó en casa diciendo eso, y me rompió por dentro.
A pesar de mi profunda negación, no me quedaba de otra pues rehusarme solo me causaría problemas.
Aunque ir a Corea solo me ocasionó más desgracias.
¡Hasta aquí el capítulo de hoy!HISTORIA YA FINALIZADA: REESCRITA DE "CONVIVIENDO CON BTS POR OBLIGACIÓN"
Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!
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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.
EDITORIAL: Ediciones Arcanas.
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El ojo de la tormenta - Changbin | ✔️ TERMINADA
FanfictionLara era una chica normal que vivía en España. Normal hasta que lo peor sucedió, pues la muerte de su madre la obligó a mudarse a Corea del Sur, con su padre. Aquí entró en el ojo del huracán: su padre es el CEO de la empresa idol más importante del...