Una vez llegué a casa, me dirigí hacia la ducha. Al quitarme la ropa vi unos morados en mi barriga... perfecto, ya estoy marcada por ese imbécil. Me apresuré en asearme y salí fuera.
- ¡Lara! – Han corría en mi dirección mientras gritaba.
- ¿Qué ocurre? – por un momento me asusté de verdad.
- ¡Protégeme! Changbin va a matarme. – dijo escondiéndose detrás de mí y usándome como escudo.
El nombrado se acercó rápidamente e intento agarrar a Han.
- ¡Changbin! ¿por qué estás peleando con Han? – dije poniendo mis brazos en forma de jarra.
- Ese niño es un ladrón. ¡Me ha robado la galleta que quería comerme! – dijo mientras intentaba no reír.
La situación me sacó una gran sonrisa y, por un momento, me hizo olvidar todo.
- No tenéis remedio – dije aguantando la risa.
- ¡No tiene gracia!, esa galleta se veía realmente deliciosa. – habló Chagnbin - ¡Tengo hambre!
- ¿Por qué le has robado la galleta, Han? – me giré hacia él.
- ¡Tenía muy buena pinta!
- Eso no es excusa. Tienes que devolvérsela a Changbin. – me acerque a su oído y le susurré. -, no queremos que se enfade y nos ponga ha hacer ejercicio. – hace poco me enteré de que todos los días va al gimnasio de la empresa y aproveché este momento para hacer una pequeña broma de ello.
Han y yo hicimos una mirada de cómplice y echamos a reír
- ¿De qué os reís? Lara, pensaba que estabas de mi parte. – dijo el mayor de los tres mientras fingía estar triste.
- ¡Secretos! – reí.
Han y yo nos miramos de nuevo.
- ¡Ahora! – gritó Han.
Ante la señal, ambos salimos a correr del lugar mientras nos dirigíamos hasta la planta de abajo. Changbin no se quedó atrás, pues empezó a perseguirnos como verdadero maniático. Lo que ni Han ni yo entendimos fue... ¿¡por qué diablos tiene un bate de beisbol!? ¿¡En qué momento lo ha cogido!? ¿¡Acaso quiere matarnos!?
Rendidos, nos dejamos atrapar por Changbin y nos tiramos al suelo para poder reír y coger aire.
- ¿Me das mi galleta? – habló este mientras se ponía el bate sobre el hombre imitando al típico matón.
- Si, he dado todo para protegerla, pero ya no puedo evitar que sea devorada por ti. – dijo Han dispuesto a dársela.
Pero, justo en ese momento, el chico extendió su mano y la abrió. Pedacitos de galleta cayeron de esta.
- Tú... ¡no tienes corazón! Has machacado mi comida. – Changbin empezó a hacer un berrinche al ver su galleta hecha añicos.
- ¡No! ¡galleta! ¡no quería hacerte nada malo! Ha sido un accidente.- Han empezó a fingir llanto. Ambos empezaron a comerse las mijitas que quedaron en la mano de este. Al menos acabaron compartiendo la galleta....o lo que quedaba de ella.
Una vez el tema de la galleta robada estuvo resuelto, volví a mi dormitorio, pero, poco después, tocaron a la puerta.
- ¿Quién es?
- Soy Chan, ¿estás visible?¿puedo entrar?
- Si, pasa.
- Los chicos y yo tenemos que ir a una grabación en un programa de televisión. Quería avisártelo antes de irnos.
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El ojo de la tormenta - Changbin | ✔️ TERMINADA
Fiksi PenggemarLara era una chica normal que vivía en España. Normal hasta que lo peor sucedió, pues la muerte de su madre la obligó a mudarse a Corea del Sur, con su padre. Aquí entró en el ojo del huracán: su padre es el CEO de la empresa idol más importante del...