ᴅʀᴇᴀᴍ ᴏꜰ ʏᴏᴜ-ᴊɪᴡᴏᴏɴɢʙɪɴ (En edición)

Seobin

Si había algo que mas odiara Seobin era el hecho de estar solo. Por ello, desde pequeño siempre había hecho todo lo posible por involucrarse en actividades de todo tipo, con tal de mantenerse ocupado.

Una de las razones por las cuales amaba su trabajo actual era porque siempre lo mantenía ocupado. Y mantenerse ocupado lo ayudaba a no sobrepensar, ya que cuando sobrepensaba llegaba a sentirse muy mal.

Tal vez esta incomodidad con la soledad era una de las razones por las cuales se esforzaba tanto en socializar y se mostraba como una persona extrovertida en público.

Sin embargo, esta intranquilidad había ido disminuyendo poco a poco desde que conoció a Kim Jiwoong. Por esta razón, aunque era sábado por la noche y estaba solo, no se sentía mal.

El chico se encontraba sentado en la sala de su departamento viendo un programa de variedades (al que no le estaba prestando mucha atencion) mientras comía unos snacks. Tenía ganas de salir a pasear, pero el clima marcaba uno de los días más fríos en Corea, por lo que decidió quedarse en casa.

Pasados unos minutos el chico ya había perdido todo el interés en el programa, así que tomó su celular y entró a Instagram para distraerse. Mientras scrolleaba le llegó una notificación con la leyenda: "hace dos años en este día" e inmediatamente la cliqueó. Era una de las primeras fotos que se había tomado con Jiwoong.

El chico no pudo evitar esbozar una sonrisa mientras observaba con detalle la foto- En serio soy tan feliz desde que te conocí Jiun*, no tienes idea de cuanto me has ayudado- confesó en voz alta mientras sonreía nostalgicamente, recordando las circustancias que los llevaron a conocerse.

Yoon Seobin siempre había soñado con ser idol y durante varios años trabajó en su sueño. Sin embargo, las cosas no resultaron y su sueño se vio interrumpido abruptamente.

Esta situación fue muy difícil para él y ocasionó que se deprimiera por un tiempo. Sin embargo, necesitaba trabajar para poder vivir, por lo que tuvo que dejar esos sentimientos a un lado.

Así fue como se convirtió en actor y conoció a Kim Jiwoong, quien era todo lo contrario a él: callado y no se preocupaba por socializar.

Al comienzo fue muy complicado relacionarse ya que era el chico de cabello negro se limitaba a decir solo lo necesario. Por esto, por un tiempo sus conversaciones se limitaron solamente a lo laboral, hasta que con el tiempo, cuando los dos ya se sentían más cómodos, pudieron darse cuenta que compartían los mismos sueños y frustraciones. Así fue como comenzó su relación.

Sin darse cuenta, el chico había comenzado a llorar. Sin embargo, estas lágrimas no eran de tristeza, eran de felicidad. Realmente el haber conocido a Jiwoong lo había salvado.

El chico sonrío mientras se limpiaba las lágrimas con la palma de la mano- Debería escribirle para ver que está haciendo, de verdad me gustaría verlo ahorita-dijo el chico mientras se terminaba de limpiar con una servilleta.Después de terminar de limpiarse agarró su celular y rápidamente mandó el mensaje.

La respuesta tardó un poco en llegar, pero no le dio mucha importancia. Sin embargi el mensaje le resultó un poco preocupante. El día estaba extremadamente frío y Jiwoong había decidido salir a caminar. Que Jiwoong hubiera salido en esas condiciones significaba que algo no estaba bien.

Seobin se apuró a preguntarle si quería venir a su casa a pasar el rato. A pesar de que no sabía que le pasaba a su amigo, sabía que dejar que se quedara fuera con este clima, o era una buena opción.

Jiwoong tardó alrededor de unos 25 minutos en llegar. Cuando Seobin le abrió la puerta, el chico se veía un poco ido. Ahora si había comenzado a preocuparse ya que no imagino que estuviera tan mal.

-Hyung, estás palido!-exclamó chico de cabello castaño, preocupado-¿Cuanto rato llevas fuera?-le preguntó al chico de cabello negro.

Seobin se dio cuenta que Jiwoong lucía mal, pero éste le contestó como si nada estuviera mal.

-Mmm, una hora tal vez? Perdí un poco la noción del tiempo-exclamó el chico mientras soltaba una risita.

-Hyung...-dijo Seobin en un tono preocupado-dime que pasa, me estas preocupando-el chico tomó de la mano de su amigo.

A pesar de que Jiwoong lo estaba mirando, aún se notaba un poco ido. Parecía que quería decir algo. Sin embargo, Seobin no dijo nada y continúo agarrando su mano pacientemente y antes de darse cuenta, Jiwoong lo había envuelto en un abrazo. Seobin lo correspondió inmediatamente.

-Perdón por hacerte preocupar, últimamente he tenido muchas cosas en la cabeza-dijo en voz baja el chico de cabello negro- ¿Podemos hablar de eso mañana? Hoy solo quiero estar contigo y reírnos un buen rato.

Seobin se separó del abrazo y asintió ligeramente con la cabeza- Claro, no tenemos que preocuparnos por eso esta noche- le dijo mientras lo miraba dulcemente- hagamos algo que nos distraiga a los dos y olvidemos nuestras preocupaciones por un rato.

Jiwoong asintió y le extendió la mano a Seobin. Se dirigieron al sofá e inmediatamente comenzaron a reírse y a platicar como si nada estuviera mal. Así de fuerte era su vínculo. Los dos sabían y entendían cuando podían hablar las cosas y cuando debían posponerlas. Eran almas gemelas.