ᴅʀᴇᴀᴍ ᴏꜰ ʏᴏᴜ-ᴊɪᴡᴏᴏɴɢʙɪɴ (En edición)

Todo estará bien

 Los sonidos de la calle y el fuerte sol de la mañana inundaron la sala del departamento, ocasionando que el chico de cabello negro se despertara de golpe. Sin darse cuenta, se había quedado dormido en el departamento de su amigo. 

Honestamente se sentía muy feliz. No sabría que hubiera sido de él de haber regresado en esas condiciones a su casa. 

El chico movió su cabeza hacia los lados para estirarse ya que se había quedado dormido en una posición incómoda. Mientras movía su cabeza de arriba hacia abajo se dio cuenta que su compañero se había quedado dormido en sus piernas. Esbozó una leve sonrisa al ver al chico de cabello castaño profundamente dormido.

- No puedo creer que hasta dormido te veas tan precioso-susurró mientras acariciaba su cabeza.

Sin darse cuenta sintió como su corazón comenzó a latir rápidamente, y sorprendido llevó una mano a su pecho. 

Era la primera vez que su corazón latía al tocar a su amigo. En su relación el contacto físico siempre había estado presente, sin embargo, ese día se sentía diferente. 

El chico intentó no sobreanalizar mucho la situación, sin embargo, en el fondo sabía que llevaba tiempo sintiéndose diferente alrededor de Seobin.

Decidió que levantarse sería la mejor opción para despejar su mente, sin embargo su acción fue interrumpida por el menor, el cual comenzaba a despertarse. Mientras se incorporaba lentamente en el sofá, Jiwoong no pudo evitar sentirse nervioso. 

- Buenos días hyung- susurró en una voz somnolienta mientras estrujaba sus ojos- ¿hace mucho que despertaste?-preguntó mientras sonreía con los ojos entrecerrados. 

Inmediatamente el mayor sintió una ráfaga de calor en su cara. Se había ruborizado. 

A pesar de que el chico de cabello castaño seguía medio dormido pudo darse cuenta de la ruborización repentina de su hyung. 

- Hyung, ¿te sientes bien?- preguntó en un tono dubitativo- estás bastante rojo

Seobin no recibió respuesta. Se dio cuenta que el semblante del pelinegro se había convertido en uno serio y había desviado su mirada. El castaño no pudo evitar sentirse preocupado por lo que se acercó y tomó su cabeza con sus dos manos para verificar que no estuviera enfermo. 

Al sentir las manos del chico en su cara, el corazón de Jiwoong volvió a latir enérgicamente. 

Definitivamente estos sentimientos eran de atracción.

Estaba experimentando sentimientos románticos hacía su amigo. 

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El lunes llegó más rápido de lo esperado, dando inicio a lo que iba a ser una semana pesada, debido a la agenda llena del joven de 24 años. A pesar de que se acercaba el fin del año, Jiwoong estaba más ocupado que nunca. 

-Joder, yo lo único que quería era comenzar el año bien- exhaló fuertemente mientras revisaba su agenda una y otra vez, esperando que esta a lo mejor cambiara. 

Su estado de ánimo igual se debía a los sucesos del día anterior; no solo se sentía raro consigo mismo sino que igual se sentía mal con Seobin. Había dejado a su amigo perplejo después de darle una mala excusa y haber huido sin dejar que este reaccionara. 

Huyó tan rápido que siquiera tomó el desayuno con él . Tampoco contestó ninguno de sus varios mensajes. 

- Kim Jiwoong, ¿por qué eres tan idiota?-pensó para sus adentros mientras se preparaba para salir de su casa.