🌺┆Capítulo 9

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Jimin levantó la mirada encontrándose con el pelirosa frente a él, con las manos apoyadas en sus rodillas y respirando con dificultad debido al cansancio. Permaneció en silencio sosteniéndose de las cadenas del columpio.

-Per...- Jungkook negó indicando que no podía hablar aún.

Jimin lo tomó de la mano jalandolo suavemente a su lado invitándolo así a sentarse en el columpio de al lado lo cual el contrario hizo.

-Perdón- fue lo primero que dijo mientras su mirada estaba fija en el suelo-. Debí haber llegado hace horas, enserio lo siento.

Jimin lo observó hacer un puchero y suspiró, aún sin soltar la mano del chico le acarició los nudillos y Jungkook apoyó su cabeza en la cadena del columpio, había algo extraño en él y Jimin lo conocía bastante bien como para darse cuenta de aquello.

-Pudiste solo enviar un mensaje- comenzó a decir Jimin-. Es tarde para que vengas corriendo, idiota.

-Pensé que estarías molesto así que no quise enviar solo un mensaje.

-Pero ni siquiera respondiste los que te envié- le golpeó la frente y Jungkook se quejó-. Eso me molesta.

-No tenía mi celular a la mano, lo siento.

Jungkook lo miró directamente a los ojos, ahora que Jimin podía apreciarlo completamente se dio cuenta de lo hinchados que estaban los ojos del menor, sus pestañas aún parecían estar un poco húmedas y sus mejillas rojas.

-¿Estás bien?- llevó una mano al cabello de Jungkook acariciandolo.

Jungkook negó lentamente tomando con fuerza la mano de Jimin.

-Ven, vamos adentro- Jimin se puso de pie esperando a que Jungkook hiciera lo mismo.

El menor lo siguió detrás mientras se esforzaba por no comenzar a llorar pero incluso si lo intentaba con todas sus fuerzas algunas lágrimas salían solas. Cuando llegaron a la sala Jimin hizo espacio para los dos en el sofá y lo envolvió en una manta.

-Espera aquí, iré por chocolate ¿está bien?- le tomó del rostro limpiando las mejillas del chico con sus dedos pulgares, Jimin sintió su corazón comprimirse. De verdad odiaba verlo llorar-. Kook.

Jungkook se acercó lentamente hasta pegar su cuerpo al de Jimin y apoyar su cabeza en el pecho del mayor, Jungkook buscaba un refugio y Jimin lo entendió a la primera, lo envolvió en sus brazos acercandolo lo más que pudo a él, le dio un suave beso en la cabeza mientras con una mano le acariciaba la espalda y con la otra le limpiaba el rostro.

-Es mi madre, Minnie- Jungkook comenzó a decir con voz apagada-. Ella es mala.

-Lo sé- apretó sus labios preguntándose porqué Jungkook tenía que lidiar con una madre como la suya-. ¿Te dijo algo?

El mayor lo tomó de la mano y caminó hasta la cocina sentandolo sobre la barra para después servirle chocolate caliente en aquella taza de osos que Jungkook tanto amaba.

-Ella...- el pelirosa guardó silencio por un largo tiempo, Jimin le colocó la taza entre ambas manos esperando a que dijera algo.

Jungkook tan solo bajó su cabeza apoyándola sobre la de Jimin.

-La odio tanto- el menor pasó sus brazos alrededor del pelinegro quien lo abrazó por la cintura y le acarició el cabello.

-Siempre puedes venir aquí y escapar de ella- le recordó y Jungkook asintió.

-Por favor, dile a tu mamá que me adopte- bromeó riendo un poco sin ganas y Jimin solo lo abrazó con más fuerza.

-Le diré y ella estará feliz.

El menor poco a poco se acercó más hasta lograr que Jimin  lo abrazara, se apoyó en el hombro del chico y cerró los ojos dejando que las caricias de Jimin lo arrullaran.

Jimin subió las escaleras tratando de no hacer ruido pues en tan solo unos segundos pudo sentir como Jungkook se había dormido. Aunque miles de preguntas se cruzaran por la mente de Jimin en ese momento como que había sucedido para que Jungkook por primera vez dijera que odiaba a su madre, él simplemente esperaría a que él se lo dijera, pues siempre había sido así.

Una vez dentro de la habitación Jimin le quitó los zapatos y la sudadera para poder meterlo debajo de las sábanas. Jungkook se acurrucó tan rápido como si cuerpo tocó el colchón y abraza una almohada, Jimin lo cubrió bien y se colocó a su lado sin moverse demasiado. Permaneció observando al chico hasta que el sueño le venció.

Pasadas las 5 de la mañana Jungkook despertó, buscó a tientas el celular de Jimin para poder observar la hora y cuando lo hizo solo pudo salir casi corriendo de la cama. Cubrió a Jimin con las sábanas y agradeció que el contario tuviera sueño pesado.

Tomó sus zapatos del suelo colocandoselos tan rápido como pudo, salió corriendo mientras se ponía su sudadera. Jungkook salió de la casa e ignorando por completo el hecho de que estuviera comenzando a llover se echó a correr.

Para cuando llegó a su casa su pecho ardía y sentía sus piernas doler, con cuidado de no ser muy ruidoso abrió la puerta de la entrada e ingresó implorando que no hubiese nadie despierto aún pero cuando la luz fue encendida él solo pudo detenerse en seco.

-¿A dónde fuiste?- su madre se levantó del sofá caminando lentamente hacia él, su expresión le decía que no se encontraba del mejor humor pero Jungkook tampoco lo estaba.

-Por ahí- respondió con simpleza antes de comenzar a quitarse la sudadera empapada.

-Jungkook, no puedes estar teniendo estas salidas "por ahí"- hizo comillas con sus dedos-. ¿Qué crees que pensaran los padres de Mina?

-¿Qué soy un mal novio para su hija?- miró a su madre y ella asintió-. Perfecto, es lo que más deseo.

Jungkook escuchó a su madre llamarlo una y otra vez pero solo siguió el camino a su habitación mientras sostenía en su mano la llave que colgaba de su cuello. Encontraría una forma de decirle a Jimin que estaba a punto de casarse.

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