Love┆KM

🌺┆Capítulo 20

¿Cuánto tiempo había pasado?

Quizás una semana o dos, ¿o eran más?

Jungkook había ido en dos ocasiones a la casa de Jimin a buscarle y aún cuando la señora Lee lo había dejado entrar no pudo encontrar a Jimin por ningún lado. Durante las clases ya no lo veía y a la hora del almuerzo tampoco, realmente era como si hubiera desaparecido de su vida.

-¿Has visto a Jimin?- preguntó Jin tomando asiento a su lado y Jungkook lo miró cansado-. Oh cierto, lo siento- murmuró bajito y colocó una pequeña caja café sobre la mesa-. Es que una vez vino a mi casa y dejó esto.

Jungkook miró el objeto que Jin le mostraba, y ladeó la cabeza un tanto confundido. Si su memoria no le fallaba varias veces había visto esa caja en la habitación de Jimin y sabía que guardaba cosas que no le había mostrado a nadie aún, Jungkook algunas veces bromeaba con que serían pequeñas actas de nacimiento de los gatitos y gatitas que habia adoptado.

-Me la llevaré entonces- Jin la volvió a tomar y Jungkook negó sonriendo.

-Está bien, lo buscaré.

-¿Estás seguro, kook?- preguntó. La última intención de Jin era incomodarlo con aquel asunto.

-Seguro.

Jin asintió y llevó a su boca de la comida en su bandeja para después comenzar a hablar con Hoseok que estaba sentado con ellos.

Jungkook tomó la caja en sus manos.

Bien, tendría una razón para que Jimin esta vez no se escondiera.

[...♡...]

Jungkook movía su pie una y otra vez arriba y abajo mientras mordía un poco de sus uñas esperando a que del otro lado al fin atendiera su llamada.

Tenía la caja de Jimin en sus piernas y jugueteaba con la tapa tratando de encontrar como es que esa cosa se abría. Era una caja pequeña, un poco más grande que sus dos manos juntas, tenía flores pintadas alrededor que estaba seguro había hecho Jimin.

-Hola- escuchó por fin después de varias llamadas perdidas.

-Hola Jimin- respondió al instante y se apresuró a hablar mientras le daba vueltas a la caja dándose cuenta que al menos en frente no tenía algún lugar por el cual pudiera abrirse-. ¿Podemos... vernos?

Escuchó al chico suspirar del otro lado, ¿algo cansado? Quizás, ¿estaba cansado de él?

-Es que tengo...- y ahí, justo debajo de la caja, Jungkook observó la pequeña cerradura por donde se podía introducir una llave.

-¿Qué tienes?

-Tu caja- respondió llevando una mano hasta el collar que colgaba de su cuello y tomando la llave.

-¿La tienes?- Jimin no se escuchaba para nada alarmado. No lo estaba en lo absoluto-. Puedes quedartela, ¿sabes? Abrela y ve por ti mismo lo que hay dentro, siempre sentiste curiosidad ¿No? Pues adelante, de todos modos en algún momento iba a ser tuya, así que ya da igual en que momento sea.

-¿Minnie...

Pero para entonces, el chico ya había colgado.

[...♡...]

Jungkook se encontraba sentado sobre su cama abrazando una almohada y viendo fijamente la caja que descansaba en el colchón frente a él.

Muchas veces antes él había escuchado ese tono en Jimin, un tono molesto lleno de fastidio, pero jamás lo había usado con él. Y le había dolido.

La tomó entre sus manos dándole la vuelta e introdujo la llave para después girarla y extraer la parte de abajo. Observó que dentro había un sobre de color púrpura que se encontraba sellado y al lado había otro papel pero éste se encontraba enrollado y atado por un pequeño trozo de cinta adhesiva. La retiró con cuidado de no romper el papel entre sus manos y cuando por fin lo pudo abrir se dió cuenta que era un mapa, estaba dibujado a mano. No tenía líneas perfectas, de hecho estaban demasiado chuecas, pero eso lo hacía reconocer que quien lo había hecho había sido Jimin.

Sonrió un poco al imaginar al contrario dibujando aquello.

Estuvo viéndolo al rededor de cinco minutos para reconocer cada dibujo que hacía referencia al camino que seguramente debía seguir, ¿Quizás Jimin estaría en el lugar encerrado con un círculo rojo en el mapa?

Lo volvió a enrollar mirando una vez más el contenido de la caja, esta vez se dió cuenta que había otro pequeño papel doblado justo por la mitad, quizás había caído del mapa cuando lo extendió. Lo tomó entre sus dedos observando la peculiar letra de Jimin.

-"¿Quieres jugar?"- comenzó a leer en voz alta para si mismo-. "Bueno, debes seguir el camino que he dibujado para ti. El punto de partida es tu casa que seguramente es donde estás ahora. Por cierto, no leas lo que tiene el sobre hasta que hayas llegado a tu destino, no seas tramposo. Suerte:)"

Sintió la humedad en sus mejillas conforme algunas lágrimas comenzaron a resbalar por estas. Extrañaba a Jimin, lo extrañaba con toda su alma. La última semana había llorado más que en toda su vida al ver o escuchar cualquier cosa que se lo recordara y pensar en que el mayor estaba huyendo de él. Pero no lo culpaba por eso.

Limpió su rostro y ató su cabello en una coleta baja y bastante despeinada. Tomó su mochila metiendo la caja que aún contenía el sobre que no planeaba abrir aún y llevando en sus manos el mapa salió de su casa.

Esperaba que llegando a su destino estuviese Jimin esperándole. Aunque con el paso de los minutos sus esperanzas disminuían.