La verdad es dolorosa

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En un aparcamiento hay un hombre yendo a su coche cuando aparece otro hombre de la nada

Hombre: Hola, soy muy fan de usted.

Hombre 1: Ah, gracias, ¿quién es usted?

El hombre saca un tercer ojo de la frente y le sale un rayo fijo azul matando al científico

Marina: Está bola es una mierda, no me ayuda a saber del futuro.

Madison: Puedes ver el futuro no necesitas una bola.

Marina: A veces mis predicciones se equivocan.

Marta: No hace falta que lo digas.

Martina: ¿Por qué hay tanta cola? ni que fueran todos a ver la misma película.

Marta: Vienen a verme a mí.

Martina: Cuando seas importante llámame.

Marta: Cerda.

Marta recibe un mensaje y lo mira

Madison: ¿Qué pasa?

Marta: El jefe, quiere que vaya al restaurante.

Marina: Pero si es tu día libre.

Marta: Ya lo sé, voy a decírselo.

Marta llama a su jefe

Marta: Escúchame bien... está bien, ya voy.

Marina: Temed la ira de Marta.

Martina: Pregúntale a la bola si Jack y Madison van a salir juntos.

Marina riéndose agita la bola, Marta y Martina observan

Marina: Interesante.

Madison: Sois muy graciosas.

Madison va a ver la respuesta y Marina agita la bola para cambiarla

Madison: Te odio.

Martina: Nos amas.

Madison: Créeme que no.

De pronto pasa un coche patrulla, todos observan y Marina tiene una premonición de la muerte de una chica

Marta: ¿Qué has visto?

Marina: Corred.

Las cuatro van corriendo a la escena del crimen, cuando llegan ven a un hombre muerto

Martina: Increíble, has visto su muerte antes de que ocurra.

Marina: No, he tenido la premonición de la siguiente víctima.

Madison: Pues en ese caso nos tendremos que dar prisa.

Marta: ¿Ahora? pero si es de noche, mejor por la mañana.

Las chicas se van a casa y duermen, hasta que por la mañana Leo está en su casa arreglando lo típico

Madison: En el periódico no encuentro nada.

Marina: Pues tendré que encontrarla de alguna forma.

Marta: Ya ves, yo voy a ayudar a Leo.

Marina: Ni hablar.

Marta: Es mío, puta.

Marina: Yo lo vi antes.

Marta: Ya empieza.

Madison: Eh juerguistas, hay un demonio suelto, vuestro ligue puede esperar.

Marina: Vale, haremos una tregua.

Marta: Habla por ti, voy a llevarle café a Leo.

Marta se va con el café con tranquilidad, Martina baja las escaleras y se va por la puerta

Embrujadas: Nuevo Orden Donde viven las historias. Descúbrelo ahora