(editando)
Maximile Black una animaga rebelde, hija del asesino Sirius Black, ocupará ese lugar al quedar bajo el cuidado de Molly Weasley y su padrino Remus Lupin, pero su vida se verá afectada completamente por dos pelirrojos que se propondrán sa...
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Molly llevaba semanas escuchando a los gemelos y Max hablar de Hogwarts, de como seria el lugar, si quedarían en la misma casa, que clases tendrían, a donde irían después de clases, a quien le escribirían cartas, entre otras cosas. Algunas con sentido otras sin una pizca de el.
El 1ro de Septiembre se levantaron mas temprano que de costumbre los gemelos solían pasar los fines de semana en la pequeña casa de Max, a la que le habían apodado "la cueva" ya que afirmaban que a diferencia de la madriguera la casa se veía muy obscura y tanto Max como Remus eran muy diferentes a los Weasley, tanto que ellos parecían una especie de vampiros mientras los Weasley parecían zanahorias felices todo el tiempo. Remus y Max lo tomaron como chiste familiar cuando Arthur la llamo "cueva de perros" refiriéndose a las condiciones de ambos, de una forma amable claro.
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A Remus le molestaba el silencio, por lo que había pasado 11 años enseñándole a Max la buena música muggle, la mayoría rock. Tenían un enorme y muy viejo tocadiscos que Remus hechizo para que al terminar un vinilo tomara otro de inmediato y comenzara a sonar, mientras el otro se guardaba en su respectiva caja. La música les había levantado el animo e incluso Max lucía una enorme sonrisa blanca. Se sentaron a la mesa mientras Remus repartía el desayuno. No era muy buen cocinero, pero de vez en vez se apoyaba de un poco de magia y lograba satisfacer el paladar de su ahijada.
–Quiero que te diviertas, diviértete no te metas en problemas ¿okey?– Al sentarse en la mesa hablo directamente a Max haciendo énfasis en la última parte –Eso es absurdo, el apellido Black tiene una larga reputación de problemáticos–Los gemelos sonrieron ante la idea de una compañera de travesuras mientras Max sonreía socarronamente -¿Los Black? ¿Qué perro te mordió?- Max se enderezo sonriendo mientras los gemelos apenas despegaban sus rostros del desayuno -Soy una Black y así será siempre, algo tengo que hacer con eso, ¡portar el apellido con orgullo!- –¿Y de cuando acá sigues esas tradiciones?– dijo sonriendo y levantando una ceja -¡Eh decidido darle un significado diferente al apellido Black!- alzo su tenedor como si de una espada se tratase y en un grito apenas entendible los gemelos se le unieron.
Remus rio ante la idea, pero le tranquilizaba saber que Max no se dejaría llenar la cabeza de rumores hacia su familia. Al fin del día eran su sangre y así seria siempre. Después del desayuno viajaron a la madriguera con las valijas de Max flotando detrás de ellos. Recogieron las pertenencias de los Weasley y comenzaron su viaje a la estación de trenes King Kross.