Aún recuerdo cuando me enamoré de ti. ¿Cómo olvidarlo?
Además.. fue muy extraño. Te había visto miles de veces antes, recuerdo decir "Que chica tan linda" cuando te veía pasar, pero solo eso. Ni siquiera sabía tu nombre en ese entonces. (Ahora no puedo ni escucharlo sin sentir que mi pecho se enciende aunque sea un poquito)
Ese día fue como cualquier otro, según lo que recuerdo. Ya no puedo confiar en mi memoria tanto como antes. Probablemente estaba nublado, o tal vez hacía demasiado calor. La verdad es que no puedo recordarlo. Y el clima no es lo que importa en esta historia. Eres tú.
El punto es que ese día algo pasó. Estabas ahí, sentada en una banca justo en la entrada de la escuela. Tan hermosa.. !Y tu cabello! ¡Y tus ojos! Debía hablarte.. de cualquier manera. Ni si quiera me importó parecer torpe. Quería saber tu nombre, escuchar tu voz, tu risa.. Fue ahí cuando lo supe. Ahora estaba enamorado. Y ni siquiera tenía una verdadera razón.
Poco a poco comenzamos a hablar más. Y cada día que la veía no podía evitar enamorarme más de ti. Cada vez te veía más y más linda. Estar cerca de ti me hacía feliz. Una nueva felicidad.. una que nunca había sentido.
Solo quería decirte que te quería.. que supieras que me moría por ti. Quererte me hacía sentir bien.
Me hacías sentir vivo.
Pasó el tiempo.. aprendí tanto de ti. Me di cuenta de lo inmaduro que era en ese entonces. Y tu influencia en mi vida, aunque fue poca, me cambió para siempre. Me hacías ser una mejor persona.
Pero las cosas cambian.. un día al despertar en la mañana no estabas. Vi el espacio vacío en la cama al lado de mi. Pero sin tan solo hace unas horas estabas ahí durmiendo. Tan hermosa como siempre.
¿Por qué no estás aquí?
Tus ropa y tus zapatos tampoco estaban. Solo dejaste algunas de tus cosas en el tocador.. un poco de maquillaje, algunos libros viejos. En ese momento realmente creí que ibas a regresar.
Pasó el tiempo y me di cuenta de que no fue así. Al principio me destrozó.. ¿Por qué te habías ido? Ni siquiera dijiste nada. Todo era tan normal la noche anterior... ¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué cambió?
Por primera vez en mi vida conocí la depresión.. y a todos sus amigos.
Realmente fueron años difíciles, no voy a mentirte. Ir a los lugares a los que íbamos juntos no era igual. Todo estaba incompleto sin ti.
Así que me mudé.. guardé las cosas que dejaste en una caja, la cerré con llave, la escondí y nunca más volví a mirarla.
Han pasado los años y puedo decir que ahora estoy bien. Mi vida está estable de nuevo. Debo admitir que no hay día en que no piense aunque sea un poco en ti. Pero al menos ya no duele.
En fin, últimamente lo único que hago es escribir estas cartas. Se que nunca las vas a leer. Tal vez por eso es que en ellas solo digo la verdad, si disfraces. Porque aunque no sepa donde estés ahora o lo que hagas, o con quien estés, sigo siendo feliz al decir (Por lo menos a mi mismo) que te quiero.
