Me tiro en la cama mirando el techo de mi habitación, más lagrimas desbordan por mis ojos al ver el hermoso cielo nocturno con una encantadora luna rodeada de estrellitas que mi padre creó para mí.
Flashback
-papi - hablo con una voz chillona - me gusta mucho la luna - miro el cielo despejado - y las estrellas, ¿me las darías papi?.
Mi padre me sienta en su regazo y deposita un beso en mis cachetes.
-Lo que quiera mi princesa - me habla sonriendo.
-¡Siii! - grito llena de alegría por la idea de tener a la luna y las estrellitas para mí - dámelas papi.
-Está bien, ¿pero no te sentirás triste cuando mires el cielo y no veas la luna?
-No, porque la voy a tener para mí y la voy a ver todos los días. - hablo segura de lo que voy a hacer cuando tenga la luna para mí.
-Pero el cielo se quedará solo y los demás no podrán ver lo bonita que es la luna, además el cielo se pondrá triste porque no se verá lindo, y todo se pondrá oscuro. ¿Quieres
eso? - vuelve a preguntar y yo niego.
-Pero yo quiero verla siempre y cuando estoy en mi cama no puedo
verla - hago un puchero y mi padre ríe.
-Creo que puedo resolver eso, ¿Quieres que te haga un pequeño cielo para ti sola en tu habitación? - mis ojos se iluminan con esa grandiosa
idea.
- ¡¿Puedes hacer eso papi?!
-Claro que sí pequeña, por tí haría lo que sea - dice tocando la punta de mi nariz con su dedo.
Fin del Flashback
Las lágrimas siguen rodando por mis mejillas mientras las horas pasan.
Decido darme una ducha para calmarme un poco antes de ir a encontrarme con bastián.
Luego de una ducha que tardó más de lo planeado pero con el efecto deseado, me coloco un pijama cómodo, recojo mi pelo en un moño desaliñado y me dedico a realizar mi rutina diaria de bajar por el balcón a nuestro lugar de encuentro.
Trato de ser más sigilosa de lo normal por como andan las cosas, avanzo a paso seguro sin problema, creo que podría hacer este recorrido con los ojos cerrados.
Cuando estoy a unos metros de distancia, lo suficiente como para distinguir el arrollo bajo la luz de la luna, veo una silueta salir de los árboles e inmediatamente detengo mi andar, me oculto detrás de uno de los muchos árboles y observo la silueta acercarse al arrollo, bajo la luz de la luna puedo distinguir claramente que es bastián, frunzo el ceño recordando claramente que bastián nunca a llegado por esa dirección, por ese lado se llega a los límites del territorio y no hay manera de que él venga de la casa por esa dirección.
Él mira en mi dirección y me sobresalto un poco, seguro ya sintió mi aroma, salgo de detrás del árbol y continuo el corto camino que me falta por transcurrir.
-Alary - se acerca a mi y acaricia mi mejilla - seguiste llorando - no pregunta más bien lo afirma y yo solo miro al suelo tratando de evitar su mirada, seguro estoy echa un desastre, con los ojos llorosos e hinchados. - ben aquí.
Me lleva con él a la enorme piedra que sobresale del arrollo y se sienta para luego sentarme en sus piernas.
-¿Y, me contarás? - pregunta dandole un pequeño apretón a mis manos.
Estaba dispuesta a contarle pero justo ahora me intriga más el porque él llego de esa dirección.
Muerdo mi labio inferior pensando en como formular la pregunta, pero yo no soy ninguna cobarde así que me decido por ir directo al grano.
-¿Dónde estabas? - su mirada es de confusión y se que cambié el tema asi qué seré más precisa - te vi salir por esa dirección - señalo - ¿Dónde estabas? - su ceño se frunce y el silencio reina por unos largos segundos.
-¿A qué se debe la pregunta? - su ceño continúa fruncido, me encojo de hombros ante su pregunta.
-Ya te dije que te vi salir de esa dirección, es solo eso; pero si no quieres responder no hay problema.
No entiendo porque tanto misterio, solo tenía que decirme un porque y listo.
Miro el cielo estrellado como si fuera lo más interesante, adornado con una resplandeciente luna llena.
Siento los brazos de bastián rodearme con fuerza hasta pegarme más a él y poder hundir su cabeza en el hueco de mi cuello, haciéndome estremecer.
-Llegué un poco antes que...
tú - empieza a hablar mientras hace pausas para regar besos por mi
cuello - escuché un ruido por esos lados y fui a ver.. - vuelve a besar mi cuello - pero solo era un conejo.
Continúa besando mi cuello y sus manos empiezan a acariciar mi cuerpo.
-Relajate...-susurra en mi oído - quiero ayudarte a despejar un poco tu mente, quiero que sonrías, no me gusta que estés triste.
Sus palabras junto a sus caricias poco a poco cumplen su cometido, y logran hacer volar mi mente llevándose la ansiedad y la tristeza que me embargaba.
Volteo entre sus brazos y empiezo a besar sus labios, dulce y delicadamente hasta que siento necesario separarme por la falta de oxígeno en mis pulmones.
Me recuesto en su pecho nuevamente, mientras contemplo la majestuosidad de la luna.
-Es la primera vez que me peleo con mi padre - me decido a contarle un poco de lo sucedido. - yo lo amo y no me imagino una vida sin él - siento el cuerpo de bastián tensarse pero no le presto atención, debe ser porque a los lobos no le gusta que sus mates expresen amor por alguien que no sea ellos, sin importar quien sea. - me afectó mucho esta pelea, y lo siento, todo fue mi culpa por arrastrarte conmigo.
El levanta mi cabeza y me mira fijamente a los ojos, haciéndome perder en ellos.
-Aunque no me lo hubieras pedido, yo habría ido contigo.
Me abraza y nos quedamos así un largo rato.
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Camelia_Red
Lo prometido es deuda.
💝Ciao Cuores 💝
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Tragedy ~{{Bilogía Tragedia}}~
Werewolf«En la confianza está el peligro » Y las traiciones, pues... Las traiciones siempre llegan de dónde menos te lo esperas.
